Contaminacion
Se ha hablado mucho de la contaminación ambiental, del agua, del aire, de los alimentos y de tantos otros factores causantes de enfermedades, pero poco o casi nada se hablade otros contaminantes, que si no son mortales de necesidad, dañan nuestro entorno y ofenden nuestros cinco sentidos, o como dicen los invidentes, nuestros seis sentidos.
Nos entran por el olfatoy llegan a los pulmones los humos y pestilencias, nos enferman las aguas contaminadas, nos rompen los tímpanos las explosiones, pero también dañan nuestro oído los ruidos del tráfico, los golpes delvecino, los gritos sin venir a qué, y tantos otros ruidos de una bullanguera ciudad, hasta el punto de hacernos padecer un empacho de decibelios.
Sin embargo, nada, o casi nada se dice de lacontaminación visual. Y si no, ¿qué decir del paisaje formado por botellas, bolsas de plástico, papeles, caquitas de perro y demás monerías tiradas en la calle?
Incluso hasta podría hablar de lacontaminación del tacto y del gusto: del primero, cuando nos aprietan y achuchan en el autobús, del segundo, por la comida basura.
Pero todavía soportamos otra contaminación más sutil y sin embargo,pérfida, porque nos daña el alma: la pérdida del buen gusto, de la educación, de los buenos modales, de los valores humanos, del sentido del deber y no sólo del derecho.
Afortunadamente, existe una“inmensa minoría”, como dijo el poeta, que intenta rodear su parcela de belleza, pulcritud, trabajo, buen hacer, compañerismo y todas esas cosas que parecen antiguas y pasadas de moda.
Existe esa granmuchedumbre de gente buena, lo que pasa es que, si en un estadio donde gritan desaforadamente varios miles de personas insultando al árbitro y un centenar lo aplauden… ¿a cuáles se oye?
Si millones depersonas babean ante la televisión basura… ¿a quiénes se escucha? Pues está clarísimo. Se escucha a Su Majestad la Audiencia, que es la que da dinero indirectamente.
Si al menos los escritores,...
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