Contexto y consumo cultural

CONTEXTO Y CONSUMO CULTURAL

Jose M. Peñas Lorite
Doctorado. 2003/2004
El proceso de socialización.

Eduard Hall, al hablar de contextualización, establece que a partir de la socialización primaria, ante un determinado lugar, realizamos una proyección de escenarios ya vividos y conocidos que nos lleva a actuar según esa proyección.

La socialización del individuo supone laadquisición de unos determinados conocimientos que permiten al individuo integrarse y desenvolverse en la sociedad, unos cocimientos que le permiten compartir con el resto de los individuos un sistema de valores, de creencias, de reglas del juego que constituyen un modelo cultural y que definen las condiciones de realidad bajo las que esa sociedad es posible.

El modelo cultural preexiste alindividuo, es anterior a él y su finalidad es organizar su comportamiento dotando a la conducta de unas pautas: modos preestablecidos de conocer y de pensar que organizan las necesidades, las aspiraciones y las expectativas, ofreciendo objetivos y metas a la voluntad. Unas pautas que funcionan en la práctica y para la práctica, es decir, como reconocimiento más que como puro conocimiento.

Laadquisición de ese conocimiento práctico es pues un acto de construcción que elabora unos esquemas de pensamiento y expresión. Pero es importante considerar que las estructuras que constituyen el modelo cultural no son en modo alguno unos sistemas de formas y categorías universales sino que se trata de un “sistema de esquemas incorporados” que han sido constituidos en el curso de la historia colectiva y queson adquiridos por los individuos en el transcurso de su historia individual para reconocer de manera práctica el mundo social.
Estas estructuras compartidas permiten producir un mundo común y sensato en el que la conducta “razonable” del individuo viene determinada por el conocimiento práctico que dicho individuo tiene de la sociedad. Este conocimiento práctico le lleva a elaborar unosesquemas clasificadores, unas estructuras cognitivas que son una réplica de los esquemas de clasificación originarios que configuran el modelo cultural que determina el orden social.
Las estructuras mentales incorporadas determinan pues, la disposición hacia unas prácticas (de la misma manera que según Hall proyectamos los escenarios ya vividos y conocidos para actuar según esa proyección).Unas prácticas consideradas “sensatas” por el grupo de pertenencia que comparte la misma estructura mental que necesitan a su vez ser percibidas como “sensatas” para dar sentido a esas prácticas, por lo que el mismo principio que predispone la percepción dispone la acción. Esta disposición fruto de las estructuras mentales incorporadas es lo que Bourdieu denomina hábitus. Parece clara pues larelación existente entre contextualización y hábitus, puesto que es dentro de un contexto determinado constituido por las condiciones de existencia particulares del individuo donde éste adquiere su hábitus.
Bourdieu define el hábitus como “un sistema de disposiciones durables y transferibles (estructuras estructuradas dispuestas a funcionar como estructuras estructurantes) que integran todaslas experiencias pasadas y funciona en cada momento como matriz estructurante de las percepciones, las apreciaciones y las acciones de los agentes cara a una coyuntura o acontecimiento que él contribuye a producir”[1].
El hábitus permite la adquisición de competencias que solo se adquieren con el tiempo y en un entorno concreto, determinando la pertenencia al grupo. Es pues, resultado de lascondiciones de existencia y, como principio generador de prácticas, dispone al individuo hacia unas prácticas que constituyen a su vez la manifestación de esas condiciones de existencia. Por tanto, unas condiciones de vida distintas, producen hábitus distintos: distintos esquemas generadores de prácticas que disponen hacia prácticas distintas que son a su vez una manifestación objetiva de las...