Contra reloj

Contra reloj.

Despertó y pasó lo que más temía. Era lunes. Macarena debía entregar toda la producción textil de su marca exactamente a las seis dela tarde, y aún le faltaban cinco vestidos por hacer.
Con solo tres horas de sueño, hizo su café de cada mañana y se dirigió al taller a poner lo mejorde sí. Ya tenía cortadas las prendas pero como todas las semanas dejó todo para último momento.
La hora pasaba rápidamente y su nerviosismo crecía conella. Eran las cuatro y aún le faltaban todas las terminaciones, que le llevaba por lo menos dos horas más.
Su tía Cecilia, una genia total, leprestaba el auto para hacer su entrega. El lugar estaba al otro lado de la ciudad y las manos no le daban para transportar todo en el clásico ómnibus uruguayo.Seis menos veinte con todo terminado, salió deprisa. Pero como todos sabemos el tránsito de Montevideo es bastante complicado y las posibilidades de serpuntal eran casi nulas.
Unas cuadras antes de llegar, recordó que las bolsas con los botones de repuesto, que tanto trabajo le habían llevado, reposabansobre mesa del living. ¿Cómo le daría el tiempo de volver y llegar a destino en hora si eran seis menos cinco?
Estaba perdida, no iba a lograr suobjetivo y decidió llamar a la compradora para decirle que desafortunadamente llegaría tarde.
El teléfono sonaba y al fin atendió, resulta que Maca sehabía confundido y la entrega era para el día siguiente. Qué gran alivio sintió, pero prometió jamás dejar todo para último momento otra vez.