Control Social
Por último, pero nopor ser último menos importante, tenemos la cárcel como forma de control social. Estamos de acuerdo con que el mejor sistema penitenciario es aquel que no existe. La libertad es el bien más preciadodel ser humano. Limitarlo de ella es limitar la capacidad del hombre para vivir en sociedad. Por ello sabemos del fracaso de la prisión en resocializar, prevención general o intimidación, retribuciónpura o correcionalismo.
En tal sentido señala Aniyar de Castro (1989, 87): "El fracaso de los fines confesados de la prisión se mide por la reincidencia. La cifra mágica de un 20 ó 30 % dereincidencia después de la liberación se produce siempre". La cárcel no sirve para lo que debería servir, sino para otras cosas como la de producir delincuentes, procesos de despersonalización que seproducen en la cárcel, técnicas de racionalización o de neutralización, que consolidarían la posición discordante, estigmatización y reproducción de la carrera criminal. La cárcel es fundamentalmentedesocializadora.
Señala al respecto, Aniyar de Castro (1989, 88): "La cárcel serviría pues, en su principal función no declarada, para aglutinar y mostrar a quienes se les distribuyó, prioritariamente,a través de la selectividad de la Justicia, el bien negativo de la criminalidad".
Se sabe que la prisión no acaba con la delincuencia. No resocializa. Es simple y llanamente castigo a una conductadesviada. Más aún, es castigo para unos pocos, ya que el sistema selectivo tiene sus límites de capacidad operativa, y ya hay filtro poderosos de la llamada delincuencia real.
El tratamiento...
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