CONTRUCCION POLITICA JUVENIL
La escuela sin funciones. Crítica de la sociología de la educación crítica
Barcelona, Ediciones Bellaterra, 2010
Enrique Martín Criado ya mostró sus cualidades como sociólogo en su primer trabajo,
Producir la juventud, en el que dio sobrada prueba de su capacidad para sintetizar debates,
encontrar el punto débil a las diferentes argumentaciones y permitirse ejerciciosde estilo un
tanto sarcásticos, que invitan a la sonrisa. Además, cabe destacar su profundo conocimiento
de la obra de Pierre Bourdieu, con trabajos de exégesis que le han producido un buen reconocimiento en el mundo académico francés. Todo ello lo volvemos a encontrar en este libro,
cuyas aportaciones son varias.
En este libro pasa revista al exceso de sobrecarga de funciones que se esperacumpla la
escuela: formar trabajadores, promover la cultura, la creatividad, la ciudadanía democrática… A estas funciones positivas hay quienes contraponen las funciones negativas, como
ocultar la reproducción social, transmutando las desigualdades de origen social en desigualdades de mérito, contribuyendo así a legitimar la desigualdad social. O que su función es
clasificar a la mano de obra,para legitimar las desigualdades generadas en el mercado de
trabajo. O adoctrinar a la ciudadanía de forma que no cuestionen un orden social injusto...
Esta sobrecarga funcional, según Martín Criado, se explica por dos motivos: la hipótesis pedagógica y el análisis funcional. Empecemos por la hipótesis pedagógica, según la cual el ser
humano es perfectamente moldeable y mediante el saber expertonecesario, podemos modificar no solo comportamientos, sino incluso el «alma». Esta hipótesis es más factible cuanto
más controlado sea el medio en el que se desarrolla el trabajo de inculcación y más coherentes sean las acciones pedagógicas. El caso extremo es la vida monástica, en la que persona
entra por convicción y está sometida a un exhaustivo control sobre todas las acciones de su
vida.Aún en estas condiciones el «trabajo pedagógico» no las tiene todas consigo (la «tentación»). Pero a medida que nos apartamos de estas condiciones ideales, más difícil será moldear a las personas. En un mismo centro educativo los diversos profesores pueden tener visiones diferentes sobre qué es la educación y sobre cómo debe educarse, por no hablar ya de
las tensiones entre la escuela y lafamilia, o entre estas dos instituciones y el grupo de amigos
del niño o joven (grupo de pares, tan desatendido por la sociología de la educación), o los
RES nº 18 (2012) pp. 155-158. ISSN: 1578-2824
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José Saturnino Martínez García
modelos que recibe de los medios de comunicación. No es extraño que las distancias entre los
modelos morales sean tan grandes que los jóvenes conciben loque se les enseña en la escuela como circunscrito a la vida del aula, pero sin más repercusiones sobre su vida práctica.
El autor no termina de sacarle todo el partido a esta «hipótesis pedagógica», una forma
del supuesto de la tabula rasa. Esta forma de entender la naturaleza humana corre el riesgo
de anular la comprensión del «otro», al que considera que siempre podemos «domesticar»,
bienmediante la educación, bien mediante la terapia. Žižek ha señalado que la ideología del
capitalismo multiculturalista quita importancia a los conflictos de naturaleza económica, y
por ello pretende que el cambio social es realizable mediante estas nuevas técnicas de programación del yo. Esta formación del espíritu no es más que un intento de reducir las tensiones
sociales a tensiones naturales, quese pueden corregir mediante una intervención consciente
y «científica», que no cuestiona las bases materiales de producción (Žižek, 2008).
En cuanto al análisis funcional, el autor lo critica doblemente. Por un lado, por el recurso
a la explicación funcional, que consiste en dar cuenta de la existencia de las instituciones por
la finalidad que cumplen, como si la sociedad («el sistema», si...
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