Conversaciones en la frontera

En esta presentacin quisiera hacer un recorrido por una serie de planteamientos y reflexiones que, suscitadas por el hecho de los movimientos migratorios de esta dcada, son transversales al mbito de la filosofa del Derecho, de la filosofa poltica y de la filosofa moral. Con el fin de presentar muy brevemente el lugar desde el que hablo, dir que parto de lo que desde Kant (aunque enraizado en latradicin aristotlica escolstica) conocemos como unidad de la razn prctica. Desde el punto de vista metodolgico, esta tesis proyecta una conexin entre el Derecho, la Moral y la Poltica ms fuerte que la que consiste en sostener que hay una jerarqua normativa entre las razones que justifican nuestra interferencia en los intereses de terceros (la distribucin de bienes o titularidades y tambin el usoinstitucionalizado de la fuerza para corregir las acciones contrarias a los criterios de distribucin) y que unas razonas derrotan a otras. La tesis de la unidad del razonamiento prctico de la que aqu parto consiste en sostener que las normas jurdicas, para ser razones validas, necesariamente tienen que ser susceptibles de ser reconstruidas como razones cuya normatividad, de forma directa oindirecta, es moral esto es, han de poder ser crticamente reconstruidas como razones que realizan, acudir aqu a la bella terminologa aristotlica, criterios de justicia distributiva y de justicia correctiva (nota diferencia pretensin y satisfaccin. Un Derecho inmoral desde el punto de vista crtico no justifica nada, es mera fuerza racionalizada). Este planteamiento (defendido por Dworkin, Alexy,MacCormick, Atienza y Ruiz Manero, Bayn, Moreso) que es, como se puede imaginar, muy discutido por razones de diversa ndole cuando se predica del Derecho en general (tericas posicin de Ferrajoli, Waldron, o por sus consecuencias prcticas posicin de Hart, Campbell), lo es menos cuando se acota al mbito del Derecho de los Estados democrticos constitucionales. Esto es as en la medida en que, como es sabido,tales Estados incorporaron el lenguaje moral universalista de los derechos humanos a su lgica interna. Volver sobre este modelo de Estado un poco ms adelante. Pues bien, dicho lo anterior, introducir ahora el lineamento de mi exposicin orientada a poner sobre la mesa, para su debate, algunas cuestiones que, por su urgencia, me parecen especialmente relevantes. Nada de lo que voy a decir aqu serajeno a los presentes, pensadores todos, especialistas muchos en temas relacionados con los movimientos migratorios y con problemas relativos a su fundamentacin. Mi objetivo es bastante modesto Tras unas breves reflexiones (7) que me llevaran a hacer un repaso de algunas cuestiones muy bsicas de teora del Estado y de filosofa poltica (8), me ocupar de hacer un esbozo (de lo que pretende ser en unfuturo una parte ms analtica) del concepto de personalidad y del de ciudadana introduciendo algunas consideraciones, que creo que pueden ser de inters para la reflexin sobre los distintos tipos de derechos que segn la tipologa tradicional de Marshall se adscriban a la ciudadana (9) para llegar a la parte central de mi exposicin centrada en los problemas de fundamentacin planteados por laregulacin restrictiva de las fronteras y la presencia en el territorio de personas que, sin disponer de las autorizaciones exigidas por la legislacin, conviven con nosotros en el territorio que est bajo la jurisdiccin de la Constitucin espaola (10 y 11). Plantear en ese momento dos reflexiones, ambas relacionadas con una doble lectura del principio de dignidad de la persona la primera se traduce en elprincipio de no discriminacin y la otra apela al principio de no subordinacin (o anti-subyugacin) i.e. la imposibilidad (en el sentido de la ilegitimidad) de construir una sociedad de castas. Adems de la lectura de textos de filosofa poltico-moral y jurdica sobre la materia he estado trabajando durante este mes tras la invitacin materiales normativos del Derecho positivo que pretenden regular...