Conversando con maturana de educación

“EN QUÉ CREEN LOS QUE NO CREEN”

UMBERTO ECO
Y
CARLO MARIA MARTINI

D.R. Santillana Ediciones Generales. S.A. de C.V.1997
Av. Universidad 767, Col. Del Valle
México, 03100. D.F.
Editorial



Llama mi atención como inicia el libro “en que creen los que no creen”, con este principio: “Todos somosresponsable de todo y de todos, y yo más que los otros”.
Los protagonistas se refieren a la esperanza de aceptación del otro, conscientes de que es el otro, y con base a su lenguaje logre enseñar y emane de él futuras construcciones en la reciprocidad de opiniones entre El Laico y Cardenal; ellos hacen un dialogo por una revista. Quieren alcanzar una mejora vivencial entre las actividades de losdistintos credos personales; que sirvan como herramienta para someter el sentimiento religioso, pretendiendo así anteponer intereses sociales a los particulares; mejorar la elección y diversidad religiosa junto a los derechos humanos.
La profecía como una revelación, previendo las catástrofes que sufriremos (que ya estamos viviendo!) tanto el mundo como sus habitantes, donde según loselementos, aire, agua, tierra y fuego se combinarán para causar grandes calamidades y originar el fin de la tierra, sometiendo a sus pobladores, por ejemplo: a grandes luchas como las enfrentadas desde principios de siglo, con la bomba atómica en Hiroshima y Nagazaki, o el hambre e injusticia en el Continente Africano, (me consta la situación precaria en comunidades de México donde he trabajado, y no hayingreso suficiente para cubrir necesidades de salud, educación, vivienda, alimentación, vestido, como en muchos otros países).
En este dialogo aluden la disputa entre el bien y el mal, reflexionan del anhelo y responsabilidad hacia un futuro, en el cual, religiosos o no, se comprometan en resarcir todo lo que hemos perjudicado, y ser testigos de sus repercusiones, sin detenernos u ocuparnos enpensar en las generaciones venideras.
El mundo semi destruido que seguimos desbaratando; surge entonces miedo al futuro por la pérdida de valores; la conducta es producto de crianza, donde padres cada vez más jóvenes e inexpertos, se ocupan menos de la población infantil y su educación familiar; existen personas oprimidas por sus creencias religiosas, por la sociedad y reglas políticas;individuos constituidos por cuestiones biológicas y por características innatas y de personalidad formadas en un ambiente educativo social y cultural.
Ese conjunto de actitudes, sentimientos y patrones de conducta que se asume frente a los individuos y repercute en su desenvolvimiento tanto psicológico como social, emocional y cultural, sometiéndolos a un conformismo desértico, pretendiendo hacerconsciencia de lo que vivimos y buscar el adecuado camino, tratando de rescatar actitudes responsables de colaboración y participación importantísimas para las buenas relaciones, convivencia social y tareas productivas; donde se vean las acciones con orden, reglas, comportamientos y compromisos, sin manipulaciones dogmáticas ni afectivas, y sí, representen positivo aprendizaje en ese control yregulación de conducta.
Entonces deberemos retomar esos valores desde el sentido humanista; no se trata de buscar la excelencia o el perfeccionismo de un día para otro, lleva tiempo, pero si no empezamos ahora, ¿cuándo?, si los valores están adheridos a nosotros, y nos sostienen; practicándolos desarrollamos el aspecto y sentido humano, cuando deberíamos reconocernos y aceptar a todas las personas, alos demás seres vivos y cosas, justamente por su valor individual.
Debemos conocer desde temprana edad sobre distintas creencias, diferentes a las mías, comprender y aceptar que luchar por mis derechos no debe afectar a los demás; respetar a mis semejantes; para ello, requiero un compromiso permanente con la verdad; una congruencia entre pensamiento, lenguaje y acciones; actuar con honestidad...