conversatorio sobre el vallenato

Daniel Samper, de travesuras por el Valle
Especial para el país vallenato
 
Por: Edgardo Mendoza Guerra
Casi cincuenta años después el escritor y periodista Daniel Samper Pizano, aquelcachaquito pelirrojo que a finales de los años 60s, regresa a Valledupar para recorrer sus caminos. Recuerda que era tan joven cuando llegaba con Álvaro Cepeda a la casa de los Molina, había tanta gente ytanto ron para los invitados, que aún  por su corta edad no tomaba ron, por lo tanto la ‘Cacica’ Consuelo le preparaba jugo de papayas; con la ausencia de ella, igual  de ausente  estuvo el jugo, pero noel calor humano de sus familiares y la gente de Valledupar.
Recorrió en pocas horas a Patillal, con típico desayuno de chivo, siguió a San Juan del Cesar  a escuchar compositores, luego Villanuevadonde Poncho Zuleta invitó a babilónica mesa y terminó en La Paz, donde roncaron como mansos leones, los acordeones de los López. Así hasta llegar a la biblioteca Rafael Carrillo, donde un públicoamante, investigador, compositor o simple escuchador de versos lo esperaba.
Allí Daniel, sin medias y vestido de  camisa blanca,  pocos cabellos y algunas barbas del color de la camisa, conversó en unespañol de España, donde vive hace 24 años, según una amable invitación que le hicieran para salir de su país, hace dos décadas atrás, según dijo.
Recordó que antes de conocer a Valledupar, ya conocíasus canciones por ese hilo de sangre que sus lejanos parientes guajiros, los Gnecco, permitían entender mejor la “cosa costeña”.
El vallenato que era una música para escuchar ---- no bailar--- en losamplios patios, pasó luego a las casetas donde sí se bailaba y luego a los estadios, llegando a los Stars sistem con manager incluido, lo que indica su enorme crecimiento, algo que el bambuco, que erala música embajadora, del país, no puedo lograr, tampoco la cumbia o el porro que a pesar de ser una música bailable, pero no tenía un mensaje, por ejemplo “Boquitá salá” del maestro Pacho Galán,...