Conversion de S Francisco

Primera parte

“Reparar nuestra vida
contemplando el rostro de Cristo”


1/ La conversión cristiana.
En la tradición judeo-cristiana, la conversión es dar la espalda a la alienación, al autoengaño y a la esclavitud y volver la vida a Dios. ¡Dar la cara a Dios, mirarle de frente en vez de escondernos de Él!, podríamos decir. Para referirse a este proceso, la Escritura usa eltérmino griego “metanoia”, que indica no un cambio de costumbres, de modos de actuar; no un cambio de gestos errados que se repiten automáticamente, sino un cambio de mentalidad, un cambio de corazón, de motivaciones profundas, diríamos hoy. Convertirse, hoy como ayer es ¡volver al Señor! dejar los ídolos, las seguridades, los engaños, las trampas y dejarse hacer de nuevo por el Señor (Jeremías 18,1-7).
Nuestra mentalidad occidental, racionalista y voluntarista, nos lleva enseguida a lanzarnos para conseguir aquello que intuimos es lo mejor, lo más valioso y tenemos el riesgo de entender la conversión como una conquista que hemos de realizar. ¡No! La metanoia, lleva consigo una dinámica de gracia y de libertad; no se puede forzar, es Dios el que busca a su criatura y recibe su mirada ysus pasos cuando ella se pone libremente en marcha hacia Él. Éste es el doble proceso: volverse hacia el Padre y encontrarnos con su mirada acogedora y fiel que nos espera; Él no nos ahorra la incerteza y la fatiga de nuestra libre voluntad de arrancar: la decisión y la valentía de ponernos en camino es nuestra y, al mismo tiempo, Él nos da la certeza de su espera y acogida. Este es el testimonio detoda la Escritura (Isaías 42, 8-20; Lucas 15, 11-32).
Jesús, al comenzar su vida pública, propone a la gente que encuentra que arriesgue y se atreva a vivir la llegada del Reino de Dios; para ello pide algo indispensable: la conversión… “se ha cumplido el tiempo, el Reino de Dios está cerca, convertíos y creed en la buena noticia” (Marcos 1, 15). No hay acogida del Reino sin conversión, nopodemos seguirle sin volver de verdad a Él, saliendo de nosotros mismos, de nuestros miedos, ataduras y excusas para dejarnos encontrar por Él, consintiendo que su Palabra tenga autoridad en nuestra vida. Sin este paso, sin esta decisión, haremos de Jesús, de su evangelio, un líder religioso, socio-político o un altavoz de nuestros deseos y mejores ideales, pero siempre a nuestro arbitrio.
Esteproceso de conversión, que supone aprender a vivir buscándole, dejándonos encontrar por Él, dejando que tenga parte en nuestras vidas… ¡es para siempre, para cada día! Sólo dejándonos mirar por Cristo, que no nos dejará de buscar, y permaneciendo en un deseo sincero de Él, podremos comprender lo frágiles que somos y la suerte que tenemos de gozar de su amor, de su amistad. Vivir así nos despierta ala vida, como a Francisco, y nos da la posibilidad de ser transformados: personalmente y también la realidad que nos rodea, cargada de hermanos.
* Los signos de la conversión en la historia de la Iglesia han sido:
a) El reconocimiento de la lejanía de Dios, de la ambigüedad y ruptura en la relación con Él… ¡conciencia de pecado, expresada públicamente! (orden de la penitencia, praxis de confesiónde los pecados, deseo sincero de retorno al evangelio).
b) Praxis penitencial (cambiable a lo largo de los siglos): prácticas penitenciales, siempre con una expresión pública controlada por la comunidad eclesial; la cuaresma como tiempo de gracia antes de la Pascua; la celebración sacramental de la reconciliación.
c) Compromiso transformador: la caridad, la limosna, la implicación del penitenteen el ámbito social para desenmascarar las injusticias y cambiar las situaciones en favor de los pobres, los preferidos de Jesús y de su Reino.


2/ Francisco, joven inquieto, en búsqueda…
Los propios testimonios de san Francisco y los de sus primeros biógrafos dan mucha importancia al periodo de la conversión, a los primeros pasos de su búsqueda, guiados por la insatisfacción. ¡Fue una...