Convivir Con Las Tensiones
RENOVACIÓN MATRIMONIOS Y FAMILIA
23 de setiembre de 2010
CONVIVIR CON LAS TENSIONES
No se trata en este momento de realizar una exposición sobre un tema que nos preocupa, sino de dar pistas, líneas, orientaciones, que nos ayuden a la integración tanto personal como en la pareja o en la familia de las tensiones.
Hay sitios de Internet que te ofrecen unavida alternativa: una nueva identidad, un mejor físico, nada de vecinos poco deseables, amigos de película, deseos sin límites... Una vida alternativa ideal, pero para morir del aburrimiento. En efecto, no prevé tensiones; si aparece alguna, basta hacer un clic en la computadora y todo desaparece.
A la vida real y auténtica pertenecen las sanas tensiones entre (al menos) dos fuerzas o dosrealidades. Son sanas, porque hacen posible un desarrollo auténtico hacia la madurez. También la teología ha estudiado durante mucho tiempo las tensiones entre los grandes polos del vivir: Dios y el hombre, la humanidad caída y aquella redimida, la Iglesia de los santos y la de los pecadores. También la psicología dio un nombre a las tensiones normales del vivir: instinto de muerte e instinto de vida(Freud), Yo ideal y Yo real (psicología del Yo), tendencia hacia las necesidades y tendencia hacia los valores (psicología de la motivación)...; allá donde cesa la tensión entre estos dos polos y uno de ellos se vuelve absoluto, nace el disturbio y la enfermedad.
Las tensiones no son solamente inevitables, sino también estímulo de vida: sin ellas no hay acción, nada se mueve. En cambio, sison excesivas, crean explosiones y rupturas, y provocan el espejismo.
La vida en pareja no exime de las tensiones. Las enfrenta bajo una luz diversa, pero permanecen: entre los entusiasmos de los inicios y la cotidianidad del vivir juntos, entre las expectativas y lo que se logra hacer concretamente, entre lo que se esperaba y la vida real...
Hay algunas tensiones típicas de la vidamatrimonial. Conciernen al ámbito de lo personal (¿quién soy yo en un mundo a menudo extraño?), al de la vida en común (¿cómo vivimos juntos?) y el del trabajo y la vida social (nuestras iniciativas, ¿son todavía eficaces o son un obstáculo?). ¿Cómo vivirlas de forma tal que sean un estímulo para el crecimiento y la madurez? aspecto que es posible cuando nos acostumbramos a percibirlas, aceptarlas yelaborarlas.
En cada uno de nosotros hay, frente al cambio, dos temores que están en juego: el temor a perder (dejar aquello que nos da seguridad) y el temor a lo nuevo (no conocemos lo que va a venir). Si miramos nuestra vida vemos que a lo largo de nuestro crecimiento nos enfrentamos, desde antes de nacer, a estos dos temores. El nacimiento es uno de los momentos en que se da con más fuerzaesta polaridad. Pero también podemos decir que si bien por un lado está el temor a perder la seguridad en la que estamos, por otro lado es la forma que nos permite crecer, madurar y desarrollarnos.
Si el temor a perder, al cual nos aferramos porque nos da seguridad es más fuerte, no crecemos ni maduramos. Pero si el temor a lo nuevo no nos permite dar tiempo a la elaboración interna de laspérdidas, crecemos en apariencia, biológicamente, sin fortificar interiormente nuestros sentimientos.
El significado de tensión
En el arco de su ciclo vital, la persona humana atraviesa estadios bien específicos, marcados por sus correspondientes crisis y conflictos. La famosa teoría de Erikson ha identificado ocho estadios, cada uno para una edad de la vida, con una necesaria secuencia entreellos (por ejemplo, el estadio 3 sigue al estadio 1 y 2). Cada estadio está marcado por una antinomia (o conflicto) entre dos polos: confianza-desconfianza (primer año de vida), autonomía-vergüenza y duda (2-3 años), iniciativa-culpa (4-5 años), industria-inferioridad (desde los 6 años a la pubertad), identidad-difusión de roles (adolescencia), intimidad-aislamiento (edad adulta temprana),...
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