Convocatoria
Por: Roberto Hernández Montoya | Sábado, 22/10/2005 04:23 PM | Versión para imprimir
Las ciencias humanas suelen hablar del ‘orden social’ como concepto básico sobre el cual construir todo edificio teórico. Pero el orden se disipa y dispersa cuando lo buscamos en el mundo colonial o imperial, según lo veamos. A través de su revuelta historia, el imperialismo ha sido elmayor productor de desorden del planeta.
La ilusión de orden está en sus productos inmediatos dirigidos a la élite dominante: la empresa, el centro comercial, el edificio público. En Venezuela, y la pongo solo como ejemplo porque el fenómeno se da en todas partes, las élites viven en una suerte de campo de concentración rosa, donde se encierran, con alambradas de púas electrificadas, garitas,puestos de control, etc. Allí sobreviven en medio del terror. Terror al asalto de las «hordas», terror al atraco, al secuestro, al desvalijamiento. Sus automóviles son una carros de guerra, con vidrios ahumados y aire acondicionado. Una burbuja, como se llama significativamente cierto modelo. Algunos llegan a instalarle al rústico barras de metal que lo convierten en un acorazado que le permiteaplastar a cualquier otro vehículo, como, efectivamente, ocurre. El sueño de todo dominante es un Hummer.
En la periferia de ese universo concentracionario viven las que la televisión comercial venezolana llama «hordas», es decir, el desperdicio social. Porque uno de los efectos más importantes del imperialismo es la producción de basura, pero no solo material sino humana. Ese sector llamado de bajosrecursos o malandraje, según sea la estrategia de demagogia o de abierto desprecio, vive en los márgenes, en las orillas. En la Colonia era el «pardaje», la «orilla», la canalla esclava, la indiada, categorías que aún se conservan en la clase dominante, para quien todo en el que no viva en su campo de concentración rosa es sospechoso, de raza contaminada, de mal vestir, mal vivir y mal morir.Este desperdicio humano va desde los niños de la calle (os meninos da rua) hasta el malandro atracador o secuestrador. Pero ese desperdicio es muy útil también, de allí viene la servidumbre, el vigilante, el jardinero, el chofer, la mucama, el estúpido invisible que surte la gasolina, el mesonero, el que te cuida el automóvil. Son gente invisible que sirve. Pero en los momentos de terroresnocturnos de las clases dominantes durante los años recientes en Venezuela, se invitaba abiertamente a desconfiar de esta gente. En toda una imaginería medieval, en aquel estado de pánico, prepararon alambradas de púa, aceite caliente, centinelas, sistemas de alerta temprana, armas, autodefensas unidas improvisadas. Se invitaba a desconfiar de la mucama, no importando cuántos años tenía con la familia,porque pertenecía a los círculos bolivarianos, etc.
Veamos este ejemplo de estado de terror de una clase social. Es un correo electrónico que circuló profusamente a mediados de 2002, cuya ortografía respeto. Dejo al lector determinar su nivel intelectual:
Subject: Fw: Dormir con el enemigo..
Con esto si hay que tener mucho cuidado.
Muchos son los rumores que circulan y la gran mayoriason puras especulaciones.
Sin embargo, si vives en el sur-este de la ciudad, debes saber que han sido detectados varios círculos bolivarianos, uno de ellos conformado por conserjes de edificios, choferes, personal doméstico y vigilantes de edificios.
Se estuvieron reuniendo en el mercado de los corotos que estaba en los autocines del Cafetal. Hoy en día se siguen reuniendo los fines de semanaen el mercado de la UCV.
La labor principal que han desarrollado es indicar nombres, número de apartamentos, carros, ademas de quiénes están armados y quiénes no.
La primera recomendación es no involucrar a ninguno de estos en cualquier plan de contingencia que se prepare entre vecinos y por más que estos tengan muchos años trabajándoles, tengan mucho cuidado.
Tengan cuidado quienes...
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