Cooper
Para muchos estados fuera de Europa también los peores recuerdos de su historia son aquellos periodos dedesorden. Y en estos casualmente la edad de se caracteriza con un Gobierno fuerte. Sin embargo Europa también demostró que en gobiernos fuertes puede existir crisis como el periodo de guerras mundiales,en donde los estados europeos fueron capaces de movilizar sociedades enteras como nunca antes se había visto, con ideologías y nacionalismo, provocando una múltiple catástrofe. Aquellos avancestecnológicos fueron tan solo para incitar la destrucción de ellos mismos.
Los riesgos del nuevo siglo, para Cooper, están siendo invadidos tanto por la anarquía y como por la tecnología, considerando losdos grandes destructores de la historia que ahora se refuerzan mutuamente. Y hay material de sobra de los siglos anteriores para la destrucción de ello mismos, en forma de fanatismos nacionales,ideológica y/o religión.
Tanto la propagación del terrorismo y de armas de destrucción masiva apuntan a un mundo en el que los gobiernos occidentales están perdiendo el control. La difusión dela tecnología de destrucción masiva representa potencialmente una redistribución masiva de poder de los países industriales avanzados (y democráticos) hacia los estados más pequeños que pueden ser menosestables y también tienen menos de participación en el orden mundial, o, más dramáticamente aún, puede representar una redistribución del poder fuera del Estado mismo hacia individuos comoterroristas o delincuentes; que en el pasado, para ser considerables realmente peligrosos un movimiento ideológico o religioso necesitaba suficiente apoyo de la autoridad estatal, que hoy en día con el mundo...
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