cooperacion al mal

NOTA TÉCNICA
SOBRE LA COOPERACIÓN AL MAL

ÍNDICE

I. Deber de buscar siempre el bien

II. Noción de cooperación al mal

III. Criterios para juzgar sobre la licitud de la cooperación

ANEXO I Sobre la cooperación al aborto

ANEXO II Sobre la publicidad a través de publicaciones inmorales

ANEXO III Problemas morales derivados del ejercicio del voto, en el supuesto de leyescontrarias a la ley natural o divino positiva
A. Cooperación al mal y ejercicio del voto
B. Cooperación al mal por el voto favorable a una legislación
C. Cooperación al mal por omisión de voto
D. Cooperación al mal y tolerancia


ANEXO IV Sobre la dispensación de anticonceptivos
A. Planteamiento general
B. Criterios concretos




I. DEBER DE BUSCAR SIEMPRE EL BIEN

1. La naturalezasocial del hombre comporta una variadísima red de relaciones interpersonales, que manifiestan de un modo u otro el hecho de que cada persona necesita de la ayuda de otras para su propio perfeccionamiento, y también la frecuente necesidad de la cooperación entre varias para alcanzar finalidades comunes. Es patente, por ejemplo, que la propia actividad casi siempre presupone y necesita de laactividad de otras personas y viceversa (cf Conc. Vat. II, GS 25).

2. Esta realidad lleva consigo que cada persona sea moralmente responsable, no sólo de sus propios actos, en sí mismo considerados, sino también en cuanto que esos actos influyen en la actividad, buena o mala, de los demás. En efecto, el principio más primario de la ley moral natural exige hacer el bien y evitar el mal, en toda suamplitud. De ahí que cada uno no sólo debe obrar bien, sino que además debe evitar que sus obras buenas puedan ser ocasión o medio para que otros obren mal. Es más, se debe procurar, en la medida de lo posible, que los demás obren bien.

3. Esta obligación de cooperar al bien, ha de llevar a los cristianos a contribuir con todas sus fuerzas a que los principios vivificantes del mensaje de Cristo sehagan presentes y den sentido a todos los campos de su actividad, también su actuación profesional (cf id., AA 16), huyendo de planteamientos que se limiten a no realizar personalmente obras malas, desentendiéndose de la influencia que esas obras propias pueden y deben tener sobre la rectitud del obrar ajeno.

4. Al cumplir el deber de difundir la verdad y de procurar que las leyes civiles seanconformes a la ley natural, y que los diversos sectores, ambientes y actividades de la sociedad estén vivificados del espíritu de Cristo, los cristianos han de estar dispuestos a arrostrar incomprensiones y dificultades, pero sin olvidar que, con prestigio profesional como base humana en el propio ambiente, se puede y se debe hacer mucho más el bien de lo que, a veces, se piensa.

5. En lapráctica, sin embargo, se plantean situaciones concretas en las que algunos aprovechan para el mal la actividad recta de otros. De ahí que, no rara vez, un hombre honrado haya de preguntarse si está actuando bien al cooperar de algún modo al pecado ajeno; o, en otros términos, si existen circunstancias en las que, sin dejar de obrar rectamente, se puede permitir que la propia actuación sea utilizadapor alguien para un fin malo. De hecho, el hombre tendrá en ocasiones la necesidad de rezar con el Salmo: ...perdona la culpa de tu siervo en los pecados ajenos (Ps 18, 13).

6. Los casos que la Teología Moral considera como lícita cooperación al mal, no pueden plantearse como excepciones al deber de buscar siempre y en todo el bien, ya que este principio primario, como en obvio, no admiteexcepción alguna. El estudio sobre la posible licitud de una determinada cooperación al mal, se ha de fundamentar precisamente en la búsqueda del bien.

7. Por tanto, antes de considerar los principios morales sobre la cooperación al mal, es imprescindible insistir en que todo estudio sobre la posible licitud de esa cooperación ha de hacerse a la luz de la obligación –que incumbe a todos– de...