Corazon Herido
Cuando el extragero pasava de viaje por la ciudad de Quito, siempre visitaba el bar de la ‘tía Conce’ para tomar unas tapas y conocer algunas chicas. El barera muy grande, había diversas mesas y sillas, juegos de luces de diferentes colores, un gran salón para bailar y muchas chicas hermosas. Hasta que un día ha mirado una mujer concara de ángel y cuerpo de diabla que bailaba en el medio de salón como se fuera volar. Sus ojos eran azules, su pelo rubio, su boca a mi me parecía que deseaba mis besos. Lachica llevaba un vestido guapísimo, de color roja y un collar encantador alrededor de su cuello. Era una mujer sin duda perfecta. Despertaba deseos de todos los muchachos y el odiode otras mujeres que también la miraban, pero con ojos de fuego.
Me quedé encantado con aquella imagen. Empecé a soñar con ella en mis brazos. ¡Eis que mi espanto! Es ella.Sentada en mis pernas preguntándome mi nombre, rápidamente me tomo a pensar lo que llevó a ella me elegí. Yo que soy tímido, delgado y de poca plata, contando las pocas monedas queestán en mis bolsillos de la única ropa que tengo para salir. Creo que sea porque estoy bien vestido, con un pantalón blanco, de traje con corbata negra, o también se quedóenamorada por mis ojos que a mi me parece que son guapos también, de color verdes claros. ¡Bueno! Soy alto y un poquito delgado. Yo no sé, pero luego le dije – Mi llamo Ernesto.¡Hola! Soy Helena. ¿Qué haces aquí? – le dije que estaba de pasaje - ¿es medico? Luego me preguntó. ¡Yo soy pescador! –respondí.
Me quedé arrepentido con que le dice, pues mirandoen mis ojos se levantó y rompió mi corazón cuando me dice – ¡Lo siento!, me engañé de persona. Sin embargo me puse a pensar en la vida que podría tener con ella, ¡nunca más!.
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