Coronación de Iturbide
Así pues el 18 de mayo de 1822, el sargento Pío Marcha y un grupo de militares y civiles tomo las calles de la ciudad de México y a las 10 de la noche se escucho por todos lados “¡VivaAgustín I!”. Fue esto lo que me llevo al trono, lo que hizo que el congreso no tuviera más que proclamarme emperador de México, pero no lo pedí yo, fue algo que mis mexicanos quisieron, que aquelhombre que les dio libertad fuera quien los gobernara y los condujera a través de un Imperio extenso.
Así me hicieron jurar: “Agustín, por la Divina Providencia, y por nombramiento del Congreso derepresentantes de la nación, emperador de México, juro por Dios y por los santos evangelios, que defenderé y conservaré la religión católica, apostólica y romana, sin permitir otra alguna en el imperio: queguardaré y haré guardar la Constitución que formare dicho Congreso, y entre tanto la española en la parte que está vigente, y asimismo las leyes, órdenes y decretos que ha dado y en lo sucesivo diereel repetido Congreso, no mirando en cuanto hiciere, sino al bien y provecho de la nación: que no enagenaré, cederé, ni desmembraré parte alguna del imperio: que no exigiré jamás cantidad alguna defrutos, dinero ni otra cosa, sino las que hubiere decretado el Congreso; que no tomaré jamás á nadie sus propiedades, y que respetaré sobre todo la libertad política de la nación y la personal de cadaindividuo”.
Entonces el 21 de julio de ese mismo año, desde temprano en la mañana las salvas de 24 cañones advirtieron a la ciudad que el momento había llegado, que México tendría a su emperador,...
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