corporeidad
La sociología del cuerpo
David Le Breton
Corporeidad
Grupo 1
Balbuena, Asturi, Ayunta, Carrión
Introducción
El campo de estudio de la sociología del cuerpo es la corporeidad humana como
fenómeno social y cultural, materia simbólica, objeto de representaciones y de
imaginarios.
El hombre despliega actividades perceptivas en todo momento que le permiten ver, oír, saborear, sentir y tocar. Por lo tanto, poder establecer significaciones precisas del
mundo que lo rodea.
El cuerpo, moldeado por el contexto social y cultural en el que el sumerge el autor, es
semántico por medio del cual se construye la relación con el mundo: actividades
perceptivas, pero también la expresión de los sentimientos, gestuales y expresivos, el entrenamiento físico, la relación con el sufrimiento y el dolor. La existencia es corporal,
del cuerpo nace la base de la existencia individual y colectiva. Es el eje de la relación
con el mundo, el lugar y el tiempo en el que la existencia se hace a través de la mirada
de un actor.
Existir significa, moverse en un espacio y en un tiempo, transformar el entorno gracias a una suma de gestos eficaces, clasificar y atribuir un valor a los innumerables stimuli
del entorno gracias a las actividades, palabras, gestos y un conjunto de rituales
corporales que cuentan con la adhesión de los otros. A través de su corporeidad, el
hombre hace que el mundo sea la medida de su experiencia. Lo transforma en un
tejido familiar.
La educación no es nunca una actividad puramente intencional. El cuerpo existe gracias a la educación recibida y al asimilar los comportamientos de su
medioambiente. El aprendizaje del cuerpo entre la relación del individuo con el mundo
prosigue durante toda la vida. Los otros, contribuyen a darle al cuerpo el relieve social
que necesita, le ofrecen construirse como actor de la colectividad.
Una preocupación social por el cuerpo se creó a fines de los años sesenta, una crítica se apoderó de una noción del sentido común "el cuerpo". Las prácticas y los discursos
que surgieron propusieron o exigieron una transformación.
Aquí el cuerpo está planteado no como algo del hombre, sino como una posesión, un
atributo. El hombre es el fantasma de este discurso, el sujeto supuesto. La apología
del cuerpo es, profundamente dualista, en tanto opone al individuo y a su cuerpo. Según Durkheim, el cuerpo es un "factor de individuación". El lugar y el tiempo del
límite, de la separación. El actor busca sus marcas y se esfuerza por producir un
sentimiento de identidad, tropieza con el encierro físico del que el mismo es objeto.
Se desea que el cuerpo no sea más el interruptor que distingue al individuo, sino la
conexión con los otros. Este es, al menos uno de los imaginarios sociales más fértiles de la modernidad.
Las sociologías nacen cuando se rompen las antiguas legitimidades. Cuando el
pensamiento pide un poco de aire, para comprender. Eso pasó con el cuerpo a fines
de los años sesenta. Entonces, el cuerpo hizo su entrada real al cuestionamiento de
las ciencias sociales. Algunos sociólogos cruzaron en su camino con los usos físicos, con las puestas en escena y con el valor de un cuerpo que merece la atención del
campo social. Otros se dedicaron a descubrir las lógicas sociales y culturales que se
enmarañan con la corporeidad.
Desde comienzos del siglo hasta los años sesenta, la sociología no dejo de
proporcionar descubrimientos sobre el cuerpo. Estos años marcan, la irrupción de un
nuevo imaginario que las ciencias sociales agarraron al vuelo. Nació una mayor atención por los condicionamientos sociales y culturales que modelan la corporeidad
humana.
Cuerpo y sociología
Hay tres etapas históricas de la reflexión sobre la corporeidad humana desde los
primeros momentos de las ciencias sociales en el siglo XIX.
a) Una sociología implícita del cuerpo que no desconoce el espesor del hombre. ...
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