Corrientes Filosóficas
El estoicismo es una corriente filosófica fundada en Atenas por Zenón de Citio (335-264 a.C.). El nombre de la escuela procede del término griego stoa, que significa "pórtico". Al parecer, Zenón impartía sus enseñanzas bajo el "pórtico pintado" (stoa poikile) del ágora ateniense. Suelen distinguirse varios periodos en la historia de esta escuela: el primer estoicismo (Zenón,Cleantes de Assos y Crisipo de Soli), la estoa media (Panecio de Rodas y Posidonia de Apamea) y el estoicismo tardío y romano (Séneca, Epicteto de Hierápolis y Marco Aurelio).
De acuerdo con esta escuela o corriente filosófica, la Naturaleza entera se halla gobernada por una "razón" providente y divina (Lógos) que dirige sabiamente el "destino" de las cosas y de los hombres. Es insensato e inútilintentar cambiar el plan de esa providencia divina. Ocurre siempre lo que tiene que ocurrir, del modo exacto en que tiene que hacerlo. Por eso, nuestro deber como seres dotados de razón es aprender a "vivir de acuerdo con la naturaleza"; o, lo que es lo mismo, de acuerdo con el Lógos eterno que lo gobierna providencialmente todo. En esta conformidad de la acción con el Lógos consiste la areté ovirtud moral.
Según los estoicos, es "sabio" (phrónimos) el hombre que acepta y consiente con entereza y serenidad el "destino" que el "orden" y las "leyes" de la Naturaleza le deparan. Esta aceptación tranquila del propio destino se alcanza mediante el control y el dominio de las pasiones, los impulsos y los afectos por parte de la razón individual, que está en comunicación con la razón eterna yuniversal que gobierna el mundo y que "participa" esencialmente de ésta.
Hedonismo
En la Antigüedad, se distinguieron por su importancia dos escuelas filosóficas morales que se ha convenido en calificar como "hedonistas": la escuela cirenaica, fundada por diversos discípulos de Aristipo de Carene (435-355 a.C.), y la escuela de Epicuro. En este apartado, resumiremos las reflexionesacerca de la moral que este último vertiera en sus dos principales obras: la Carta a Meneceo y las Máximas capitales . En dichos textos, Epicuro enseña que la felicidad es el fin último de la vida y que ella misma consiste en el placer (hedoné). "El placer es principio y culminación de la vida feliz. Al placer, en efecto, reconocemos como el bien primero, a nosotros connatural, de él partimos para todaelección y rechazo y a él llegamos juzgando todo bien con la sensación como norma". Pero no todos los placeres son igualmente deseables, ni deseables en todo momento y en cualesquiera circunstancias. Por eso, dice Epicuro, es preciso tener un "recto conocimiento de los deseos" y de sus objetos, los placeres, para saber a qué deseo conviene dar satisfacción en cada situación y para saber a quétipo de placeres hay que dar prioridad frente al resto:
"Como el placer es el bien primero y connatural, precisamente por ello no elegimos todos los placeres, sino que hay ocasiones en que soslayamos muchos, cuando de ellos se sigue para nosotros una molestia mayor. También muchos dolores estimamos preferibles a los placeres cuando, tras largo tiempo de sufrirlos, nos acompaña mayor placer.Ciertamente todo placer es un bien por su conformidad con la naturaleza y, sin embargo, no todo placer es elegible; así como también todo dolor es un mal, pero no todo dolor siempre ha de evitarse. Conviene juzgar todas estas cosas con el cálculo y la consideración de lo útil y de lo inconveniente, porque en algunas circunstancias nos servimos del bien como de un mal y, viceversa, del mal como de unbien" (Carta a Meneceo, 129-130).
Epicuro advierte contra sus críticos contemporáneos que cuando habla del placer como "bien supremo" y "fin último de la vida" no se refiere "a los placeres de los disolutos y de los que se dan en el goce" desordenado y sin medida, sino "a la ausencia de dolor físico (aponía) y a la ausencia de turbación en el alma (ataraxía)". Que el placer se convierta en un...
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