Corrupción al galope

LA CORRUPCION AL GALOPE
En los sistemas dinámicos como el político, que dependen absolutamente de la voluntad de los hombres, se dan situaciones paradójicas que se identifican con los años. Uno deestos casos es la elección popular de Alcaldes y Gobernadores, que de manera desprevenida y alegre fue recibida como un logro de la democracia colombiana, para que los ciudadanos de los municipios ydepartamentos decidieran quién debería gobernarlos, acabando así con esa costumbre antidemocrática e impopular de imponerlos a dedo. Con el tiempo descubrimos que sus defectos eran mayores que susbondades.
Salvo algunas excepciones, -en las que no está incluido el Meta y mucho menos Villavicencio-, la elección popular de Alcaldes y Gobernadores disparó la corrupción, o sea que se incremento elabuso del poder para beneficio particular en detrimento del interés colectivo, pues esta se convirtió en la manera mas rápida y menos riesgosa de enriquecer a un grupo, llámese rosca o mafia, cuyocapo se hace elegir por cuatro años. Sobra decir que son verdaderas empresas respaldadas por generosos planteros y astutos consiglieris.
Los elegidos llegan con un pasivo abultado que deben recuperarcon creces serruchándolo del presupuesto público, obviamente, a través de prácticas corruptas. En años pretéritos, cuando los gobernantes eran nombrados a dedo, la corrupción no era tan tecnificada yel gobernante solo se rebuscaba el “sagrado diez por ciento”.
Sobre esta materia, Robert Klitgaard expuso hace algunos años en una conferencia dictada en Bogotá sobre la corrupción enLatinoamérica, algo que a muchos no les gustó ni cinco. Sostuvo, palabras más, palabras menos, que este es un mal propio de la naturaleza humana y existe en todos los países del mundo, acentuado en mayor grado enlas naciones del tercer mundo como nosotros. En lo referente a Colombia, agrega, que nuestra sociedad es defectuosa desde su origen y que somos culturalmente proclives a actuar con mucha “ligereza...