Cosa

La creciente participación en labores informales en Colombia representa entre el 2 y el 9 porciento de trabajos no agrícolas en la población, siendo esta cifra cada día más alta y de difícilestimación por la frecuente movilidad y cambio de oficios de las personas dedicadas a al trabajo ambulante.
Este sector de la sociedad se ve obligado a tomar estos oficios alternativos por la falta deoportunidades laborales, desplazamiento y la necesidad de cubrir múltiples necesidades de sobrevivencia de sus familias en nuestro país, enfrentándose día a día con la inclemencia del clima, la falta deamparo legal por invasión al espacio público, carencia de servicios y lugares fijos para vivir y trabajar, y en muchos casos privación a los servicios de la salud.
El trabajo informal acogemayormente a mujeres cabezas de familia, estando ellas aún en un más alto margen de vulnerabilidad que preocupantemente abarca a sus hijos, por la falta de atención y presencia adulta en el hogar o aúnpeor, siendo ellos sujetos de producción y venta.
Aunque el comercio informal está prohibido, vemos a diario en todas las calles de la ciudad gran número de personas dedicadas a este oficio, y aunque enla constitución nacional se estipula que el trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus modalidades, de la especial protección del Estado, de manera paradójica observamos quepara las personas que se ven obligadas a optar por los empleos informales, este artículo, como muchos otros en Colombia, termina siendo una utopía.
El comercio informal se ha visto como un malsocial, promotor de la piratería, estancamiento de movilidad, evasión de los impuestos y hasta fachada de negocios ilícitos, pero no se dan soluciones efectivas por parte del estado que ofrezcan condicionesde dignidad de vida reales para incorporar a estas personas al sistema.

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[ 2 ]. Organización Internacional del Trabajo. 2002. Hombres y Mujeres en...