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Trabajo de informática
El rey y la obediencia
21/03/2014
EL REY Y LA OBEDENCIA
HAbia una vez un rey que daba risa.parecía casi, de mentira, porque por mucho que digiera “haced esto ”o” haced lo otro”, nadie le obedecía. Y como además era un rey pacífico y justo que no quería ni castigar ni encerrar anadie en la cárcel, resultó que no tenía nada de autoridad, y por eso dio a un gran mago el extraño encargo de conseguir una poción para que le obedecieran
El anciano, el más sabio delos hombres del reino, invento mil hechizos y otras tantas pociones; y aunque tuvo resultados tan interesantes como un caracol luchador o una hormiga bailarina, no consiguió encontrar laforma que nadie obedeciera al rey. Se enteró del problema un joven, que se presentó rápido en palacio, enviado a decir al rey que él tenía la solución.
El rey apareció al momento,ilusionado, y el recién llegado le entrego dos pequeños trozos de pegamento escritos con una increíble tinta de muchos colores.
-Estos son los conjuros que he preparado para usted, alteza.Utilizad el primero antes de decir aquello que queráis que vuestro poder .hacedlo así y el conjuro durara para siempre.
Todos estaban intrigados esperando oír los conjuros, el rey el que más.Antes de utilizarlos los leyó varias veces para sí mismo, tratando de memorizarnos. Y entonces dijo dirigiéndose a un sirviente que pasaba llevando un gran pavo entre sus brazos:
-Porfavor, Apolonio, ven aquí y déjame ver esto estupendo pavo.
El bueno de Apolonio, sorprendido por la amabilidad del rey, a quien jamás había oído decir “por favor”, se acercó, dejando alrey y a cuantos allí estaban sorprendidos de la eficacia del primer conjuro. El rey, tras mirar el pavo con poco interés, dijo:
-Gracias, Apolonio, puedes retirarte.
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