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CAPÍTULO VII
LO QUE ES EL DERECHO
l. UNA INVERSIÓN DE LAANALOGÍAALMA-ESTADO
En La República, PLATÓN intentó descubrir la naturaleza de la justicia en
el alma construyendo un Estado justo y extrapolando de este último hacia
lo primero.
Pensó que. era más fácil discernir las propiedades de una en ti­
dad cuando era representada en una gran imagen.
«¿[N]o es el Estado más
grande que unindividuo? ... Entonces, en lo más grande es probable que
haya más justicia y que sea más fácil discenlible.
Propongo, por tanto, que
indaguemos sobre la naturaleza de la justicia y la injusticia, primero como
aparecen en el Estado,
y en segundo lugar en el individuo, procediendo des­
de lo más grande a lo más pequeño y
comparándolas»
1
•
En los dos últimos capítulos, he procedido de lamanera opuesta. Comen­
cé investigando cómo los individuos regulan sus propias actividades indivi­
duales, pasé al caso de las pequeñas actividades compartidas, después a casos
de agencia compartida n1asiva, de nuevo a lo doméstico
y, finalmente, algo­
bierno político. En otras palabras, nú estrategia ha sido explorar formas de
agencia
hunmna con las que estamos fanúliarizados, es decir, laplanificación
individual y de pequeña escala,
y luego extrapolar a casos menos comprendi­
dos, es decir, la agencia con1partida rnasiva y la actividad jurídica.
Comenzamos con el hecho simple, enfatizado por
BRATMAN, de que los
seres humanos son seres que planifican: no solo tenemos la capacidad de
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PLATÓN, [1888]: Libro II.
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SCOTT J. SHAPIRO
actuar intencionalmente, algo quecompartirnos con animales no humanos,
sino tarnbién la capacidad de formar y ejecutar planes. Vimos que nuestra
necesidad de planes surge de la complejidad de nuestras metas, los límites
de nuestras capacidades y el pluralismo de nuestros valores y preferencias.
A
fin de lograr metas complicadas, debemos ensamblar correctamente largas
secuencias de acciones; a
fin de actuar en conjunto,debemos ser capaces
de coordinar muchas de nuestras acciones. La deliberación en el momento
de actuar será a menudo muy costosa o arriesgada dada la complejidad, el
carácter controvertido o la arbitrariedad del contexto de elección. Los planes
guían y organizan nuestro comportamiento de modo que podamos alcanzar
fines
que~, de otro modo, no hubiés~mos podido conseguir, o no hubiésemos
podidoconseguir igual de bien.
Del mismo modo que los seres sociales con metas complejas, valores
en conflicto y capacidades
limitadas requieren un tipo especial de psicolo­
gía, también vimos que necesitan
un tipo especial de estructura social para
prosperar. En cualquier comunidad
de tamaño modesto, los problemas mo­
rales y las oportunidades que surgen
rro serán solucionablesexclusivarnente
mediante la improvisación, el orden
e~pontáneo, los acuerdos privados, el
consenso social, las jerarquías personalizadas, o alguna otra combinación de
estos. Solo un mecanismo sofisticado
dé planificación social, como el ejem­
plificado por el derecho, que es jerárquico, impersonal e institucional, puede
abordar estas cuestiones de manera
efectüm y eficiente. Las normas jurídicas,podría decirse, cumplen en la vida social la misma función que las intencio­
nes cumplen en la agencia individual y compartida: son rnedios universales
que nos permiten coordinar nuestra conducta intra e interpersonalmente.
Al revertir el camino de
PLATÓN y pasar de lo pequeño a lo grande, he
intentado mostrar que el gobierno político está en continuidad con las activi­
dades íntimamenteconocidas que comprenden1os tan bien. He argumentado
que, lejos de ser una actividad esotérica completamente alejada de la expe­
riencia ordinaria, el derecho solo es un aparato sofisticado para planificar en
contextos comunitarios muy complejos, controvertidos y arbitrarios.
Retornando la analogía alma-estado, durante el resto del libro pretendo
recurrir a nuestro conocimiento práctico de la...