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El paisaje no se discute, pero el contexto puede ser motivo de más de un debate. Pinamar arde. La arenaconvoca y la noche tienta. Mas el cóctel resulta insoportable para quienes llegaron en busca de un poco de paz. De eso, aquí en el centro no se consigue.
A pocos minutos, sin embargo, sobran las opcionespara el relax. Ostende, Valeria del Mar, Cariló y, más lejos, el Parador del Medio. Salvo por el ruido casi inevitable de los cuatriciclos o la presencia amenazante de las 4x4, aquí pueden encontrarsevariantes de todo tipo para recuperar energías y olvidar un año de los más estresantes que se recuerden.
El off Pinamar arranca, paradójicamente, en Pinamar. Mar de Ostende, bien pegado a estaciudad, es donde se encuentra el complejo Ku-El Alma, la megadisco que recibe a miles de jóvenes noche tras noche. Silencio, por lo tanto, aquí no hay. Para evadirse del ruido hay que avanzar un poco más.A cinco minutos de Mar de Ostende, camino a Villa Gesell, se ubica Ostende, a secas, donde hay un descenso del nivel sonoro.
Hasta aquí no se perciben demasiados cambios ni en el paisaje ni en laarquitectura. La transformación es suave y paulatina. Ostende parece una continuidad de Pinamar y Mar de Ostende, más que una localidad diferente. Los límites parecen difusos, aunque en las playas haymenos gente, los precios son levemente más económicos y por las noches la música la ponen sólo los grillos.
Resulta más notorio el pasaje de Ostende a Valeria del Mar, diez minutos más adelante. Másmovimiento -sin perder la tranquilidad- en un centro de cinco cuadras que nace en la playa y se extiende hacia adentro, una rotonda que aporta algo así como una característica distintiva.
Losdueños y los gerentes
"Si querés categorizar, en Pinamar están los dueños, y en Valeria y Ostende, los gerentes", comparó el intendente de la zona, Blas Altieri, como para dar una idea más redonda del...
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