Crónica

Mi Sofía, se fue

Era una tarde de domingo caluroso, cuando la vi por última vez, recuerdo su cabello blanco como el algodón y su sonrisa que era lumbres en el cielo que jamás olvidaré. Fue unalarga noche en agonía sin dormir en la sala de espera de un hospital que parecía olvidado en el tiempo, sin insumos médicos y poco personal capacitado para atender una emergencia, ahí me encontrabapensando y repensando qué le depararía la mañana de ese lunes 13 de noviembre a mi Sofía. Llena de esperanzas y postrada a las puertas de una habitación del Hospital Dr. Arnaldo Gabaldon, esperababuenas noticias, noticias que nunca llegaron, solo una frase que se repetía una y otra vez, acaba de morir, acaba de morir, frase que retumbaba en mi cabeza como el ruido incesante de mi relojdespertador.



Luego de tan dura noticia, vinieron todos esos recuerdos que son preciados tesoros para mi y que pase junto a mi Sofía, con lagrimas en los ojos, con el corazón arrugado ydevastado por tan profundo dolor que jamás imagine experimentar, perdí la noción del tiempo y el espacio como un naufrago a la deriva .



Parecía estar viviendo una pesadilla de la cual pedía a gritosdespertar, al saber que esa persona que con esmero y mucho amor cuidó de mí, se había ido para siempre, una realidad difícil de aceptar, pero tenia el consuelo en que se convertiría desde esepreciso momento en ese ángel que desde el cielo custodia mi vida, como aquel guardaespaldas que resguarda la vida de su protegido.



Estar ahí en una sala velatoria, viendo pasar mucha gentedando el pésame, pésame que hasta ahora no entiendo porque una palabra no alivia el lacerante dolor que sentía mi alma de ver a mi Sofía en ese frió ataúd. La noche de ese 13 de noviembre tan triste, adecir verdad la noche más triste que he pasado a lo largo de mi corta vida.



Se hicieron las 3 de la tarde del 14 de noviembre y llegó la hora de llevarla al campo santo que tiene por nombre...