CRÁTILO



Crátilo fue un filósofo presocrático de finales del siglo V a.C. Como discípulo de Heráclito continuó la idea de éste de que un ser no puede bañarse dos veces en un mismo río. Heráclito afirma esto pues para él la segunda vez que el ser se baña, el agua ya no es la misma. “En los ríos entramos y no entramos, somos y no somos”(Heráclito).
Para Heráclito todo es dinámico y no hay nadapermanente en la realidad. Por lo que todo es y no es a la vez. Por eso no podemos llamar a un objeto, dado que para él la segunda vez que lo llamamos, es diferente. La razón toma un sentido ficticio y no se puede atrapar la realidad con conceptos estáticos.
Crátilo, llevó la idea de Heráclito al extremo, afirmando que no es posible siquiera bañarse en un río una vez. El dinamismo es constante. Por lo quesi el mundo es un flujo constante, tal así son las palabras. Éstas tienen una esencia en sí misma, dinámica y constante. Esta esencia es la propiedad que las determina como tal, por lo que tiene que ser natural y no dada por los legisladores de palabras.
El nombre, como ya hemos comentado, tiene una propiedad, esta propiedad nos indica que el nombre es el signo de la cosa nombrada, dado querepresenta su esencia, pero este nombre es de naturaleza propia, o por el contrario le es dado por la voluntad de los usuarios de los nombres al emplearlos para designarlos. Es decir, la combinación de las letras, para formar sílabas, la combinación de éstas, para formar palabras primitivas y las derivaciones posteriores tienen un valor intrínseco, o son el fruto de meras relaciones sin valor decausa ni de consecuencia.
Los nombres, por tanto, asegura Crátilo, no son arbitrarios. De hecho, englobándolos en un concepto de discurso, se puede distinguir entre discurso verdadero, y discurso falso. La razón de veracidad viene dada, por tanto, por el contenido presente en cada uno. Por lo que el discurso verdadero ha de estar constituido por conceptos verdaderos, y el discurso falso, a su vez, porconceptos falsos. Esto nos lleva a concluir la imposibilidad de que los nombres no tengan cierta relación con las cosas, dado que si no esa razón de concepto dependería del capricho del inventor, y quedaría sujeta a un mayor número de errores, muchos de los cuales podrían anular su condición de verdadero o de falso, y por tanto no podríamos diferenciar siquiera estos dos conceptos. Por lo tanto,las cosas subsisten en sí mismas según su esencia y condición natural.
Siguiendo con el hilo anterior y con las ideas de este discípulo de Heráclito, las acciones que nos llevan a ser seres en movimiento, en constante fluir y cambio, están derivadas de la voluntad natural de ellas mismas. No se corta con cualquier cosa, no se teje con lo primero que vemos, no se piensa si no partimos de unaidea, de la misma manera que no se habla sin nombrar. Por lo que no se hablará verdaderamente de las cosas si no se emplea el instrumento conveniente, es decir, un nombre conveniente. Estos serán aquellos que tienen relación con la virtud que representen.
A modo de ejemplo en el Crátilo se ejemplifican los nombres de sabiduría (forenesis,σοφία), la justicia (dicaisionsunee, δικαιοσύνη) y muchosnombres propios, que les da su razón de ser la conformidad entre ellos y el objeto al que designan. Esta conformidad parece estar en muchos casos enmascarada entre el uso y el paso del tiempo. Así, las palabras derivadas representarían la esencia de las cosas por medio de las primitivas, y éstas por medio de imitaciones que el sujeto realiza con la voz. El nombre, por tanto, tiene que ser la imitaciónde esta esencia natural que posee. Por lo que la esencia de las primitivas ha de ser las letras. El movimiento de la lengua, por tanto, al formar la letra debe representar acciones propias de las palabras que contengan esa letra. La letra p, a modo de ejemplo, produce en la lengua un movimiento rápido y de vibración, por lo que los nombres que la contengan deberían de representar esa esencia....