Crítica del libro El pintor de Batallas
El pintor de falacias
El pintor de batallas. Arturo Pérez-Reverte. Alfaguara 2006.
301 páginas. Laura Rodríguez Morales.
El pintor debatallas se enmarca en el resto de la producción narrativa de Pérez-Reverte como una obra que contrasta con sus habituales propuestas literarias. Su prosa se encuentra esta vez al servicio decontenidos más profundos y complejos que los de sus características novelas de aventuras, produciendo una obra cargada de reflexiones basadas en los años en que ejerció como reportero de guerra.
La novelaestá protagonizada por Faulques, un ex fotógrafo de guerra que se retira a vivir en una torre abandonada con el propósito de pintar en su interior, sirviéndose tanto de las técnicas pictóricasaprendidas tras años de estudio como de sus propios recuerdos de las batallas presenciadas, un mural circular que refleje su visión del mundo a través de la representación de una batalla.
Esteambicioso planteamiento podría fácilmente redundar en el tedio de las rememoraciones constantes de las experiencias de guerra vividas por Faulques junto a Olvido (su bella amante ex modelo que, llena detalento artístico y harta de una vida frívola, decide acompañarlo, cámara en mano, en sus trotes por los horrores bélicos que acabarán con su vida) de no ser por la aparición de un nuevo personaje: unsoldado retirado que llega decidido a vengarse del protagonista por un agravio sufrido en el pasado.
Esta figura aportará la intriga y la justificación necesarias para embarcar al lector en unmalogrado viaje hacia el interior de los mecanismos que rigen el azar y la causalidad del mundo, mediante una saturación de postulados filosóficos en torno al fatalismo más trillado desde los griegos hastaDiderot.
Pérez-Reverte desarrolla la novela a partir de la exposición de dos concepciones enfrentadas de la existencia: el rancio racionalismo de Faulques, en su persecución de claves y...
Regístrate para leer el documento completo.