Crítica
A esta nueva apuesta de Anthony Minghella tras el éxito de "El paciente inglés", si bien se la ha respetado, hay quien laha criticado, con evidentes signos de ineptitud, que se ha tomado demasiadas libertades narrativas, cuando lo que ha hecho es ser mucho más leal que el clásico francés respecto a su base literaria,hasta ser más satisfactoria en todos los sentidos. Y es más, Minghella ha creado una película que resulta innovadora aún habiendo visto "A pleno sol", algo que no hubiera ocurrido al contrario. Más biense habría tachado a "A pleno sol" de simplista, porque esta nueva versión profundiza mucho más en los personajes, convirtiendo al antes psicópata sin escrúpulos Tom Ripley, en un don nadie acomplejadoy notoriamente homosexual, de manera que seguimos y "comprendemos" toda su trayectoria criminal provocada por un fuerte desequilibrio emocional, algo obviado en el personaje de Alain Delon.
Eldesarrollo de la película es brillante, ágil y sorprendente, laberíntico pero perfectamente comprensible, divisible en varios capítulos: el primero, que describe de manera colorista la dolce vita en lacosta italiana; el segundo ahonda en el drama para presentarnos más intensamente el perfil psicológico de todos sus protagonistas y comprender así una tercera parte que nos sumerge de lleno en elthriller. Ninguno de ellos carece de un estilo visual magistral, cargado de significado, estupendos decorados y ambientación, magnífica fotografía en exteriores e interiores, y rebosante glamour, al que...
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