Crítica

El problema no es solo comprender las raíces del agobio que nos atormenta como sociedad. Es dar una mirada más amplia y comprender la instituciónde este dominio absolutista al que estamos atados. Hay luchas, luchas en las cuales todos quieren ser protagonista, quieren jugar el papel dehéroes y no dejar espacio a la existencia comunal, aun en la lucha seguimos siendo independientes. Lucha? habría que plantearnos bien la pregunta.Cuandodecimos.! Hay que luchar! siempre emprendemos la defensa y la ofensiva, sobre todo por que ante todo conocemos al enemigo. Bien tenemos el primerpunto. Conocer al enemigo. Vemos el paso de la dominación y siempre ponemos toda nuestra atención, en las cadenas; nos damos cuenta cuando ya estamosamarrados y no cuando nos van a amarrar. Conocer al enemigo es prever el daño.
El problema es que nos quedamos con la idea de ser revolucionarios.Si, aun el neoliberalismo cuenta con esos buitres pasados de peso al que todos rendimos homenaje llamando Estado, seguimos empeñados con Zapata yel afán no es quitarle mérito a aquellos que si sabían portar un sombrero, si no plantear que vivimos en un contexto totalmente diferente, en elcual, podría no ser la solución seguir portandonos como revolucionarios. Queremos seguir luchando con aquel estado de hace 100 años, con el de 50 yhasta con de hace 20. Pero no reflexionamos el hecho de que este aparato gigantesco de control a cambiado y sobre todo... se ha vuelto más ASTUTO.