Crónica Cotidiana

CRONICA COTIDIANA
Por: Sarah Navarro

Las ventas informales hacen parte de la realidad de nuestro país y ahora también hacen parte de nuestra vida escolar.
Todo comienza haceaproximadamente de 3 a 4 meses cuando una de nuestras compañeras llega con manillas de caucho (tendencia que para ese momento aún no era moda), comienza a venderlas entre las niñas y niñosdel salón, luego de algunos días decide compartir con alguien más su nicho, pero desafortunadamente esta nueva empresaria en evolución no logra cumplir con las expectativas de loscompradores, ya que entrega los pedidos varios días después de la fecha estipulada razón por la cual no logra posicionarse en el reducido mercado naciente dentro de nuestro salón.Volviendo a nuestra pequeña empresaria en quien centramos esta crónica a ver que la venta de las manillas disminuía y queriendo hacer de estas ventas un ingreso segurodecido diversificarse y es allí donde empieza a vender también chocolates caseros de excelente calidad, lo cual fue un hit por determinado tiempo, pero en nuestra economía cambiante (reflejodel acontecer económico de nuestro país), esto deja de producirle ganancias y más aun no le permite comprar la materia prima para su negocio.
Los niños dejan de interesarse por lasmanillas de caucho (en este momento ya una moda) y por los chocolates que por razón de pequeña producción deben ser vendidos a un precio superior a los vendidos en la cafetería. Es aquídonde nuestra pequeña empresaria decide dejar de llevar estos productos de los cuales todos disfrutamos y con los cuales conocimos pálidamente la realidad del mercado y lo difícil quepuede llegar a ser para un pequeño empresario competir con la producción en masa de los productos y las tendencias del mercado.












Desafio para nuestra mente.