Crónica de las llamas

Cierra los ojos
Uno
Dos
Tres
Y la llama ante mí…

¿Te has preguntado qué tan a menudo puedes ver una llama? Yo he tenido la oportunidad de quemar mismanos, mejillas y mis labios en ellas… te preguntaras por qué hago algo semejante. Es sencillo, esta llama se manifiesta ante mí como cálida sensación de renacimientoen mis congeladas... llamas.
Es algo, debo confesar, difícil de describir… pasa sólo cuando esta llama alcanza un punto en el que me siento un poco más cerca delcielo. Es evidente que no es muy común, por lo menos, no lo es para mí.
Es preciso aclarar, también, que cuando puedo tocar su hermoso fulgor, parte de misllamas se funden con ella… pero es como si estuviera, a diferencia de los ojos inocentes en los muros, ciego. No logro distinguir, no puedo pensar, no puedo parar!!!No quiero parar…
Pero… todo día, alcanza a su ocaso. Y esta llama deberá ser extinguida… Querida lectora, es realmente un absurdo considerar que debo ser yoquien deba hacerlo, pero… tengo que ser yo.
Súbitamente deberé verter la congelada agua proveniente de los muros llorosos de los que deberían ser ciegos… deberé,queridísima lectora, apagar esta llama que no sólo yo puedo sentir… esta llama que llega a mí en tan raras y esperadas ocasiones…
Debo confesarte también, quetengo miedo… tengo miedo de ir apagando parte de mis llamas cuando llevo a cabo tan triste tarea. Realmente espero que mis llamas sean lo suficientemente vivas parasoportar la caricia del hielo y la nostalgia de la llama que ha sido marchitada…
Uno
Dos
Tres
Abre los ojos…
Desearía…
Desearía no tener que abrir los míos.