"Crónica de un naufragio"

Crónica de un naufragio
He aquí en estas pequeñas memorias la historia de dos marineros que navegaban en un barco. Ambos habían decidido construir el navío y se habían largado mar adentro con entusiasmo y valentía. Pero desconocían que una serie de sucesos trocaría su destino y que la oportuna vacuna sería la enfermedad que provocaría la infalible desventura.
Nuestros protagonistas era unapareja de jóvenes que trabajaban juntos en el comercio de diccionarios no muy útiles, y viajaban eventualmente por negocios. El barco que habían decidido construir se llamaba “Matrimonio” y era parte de la tradición que celebraban en su comunidad por aquellos años. Éste consistía en el reconocimiento legal, social y divino de la unión de dos personas (divergentes en sexo), que de allí en máspasarían a corresponderse (con las obligaciones y derechos que -se sobreentiende- conllevaba).
Pues este barco, que si hasta ahora no ha quedado claro es de uso metafórico, se vio forzado a enfrentarse a una serie de episodios (inusuales, por cierto) sobre los cuales intentarán tratar estas memorias, para luego poder reflexionar sobre el farmacon que es la vida… ¿o es mejor decir, la muerte?
Desdeuna lectura Derridiana, el cuento de Saer “Bien común”, podría ser leído como una encrucijada de autoinmunización en diferentes niveles que los personajes llevan a cabo.
La metáfora del barco viene a colación, entonces, para sumergirnos en el concepto de autoinmunidad que Derrida propone a partir de la encalladura y el encallamiento, como dos maneras –siempre superpuestas y diseminadas- de tocarfondo.
“El encallamiento es ese momento en que el barco, al tocar el fondo, se inmoviliza accidentalmente. Este accidente es un acontecimiento: ocurre, ocurre porque, sin preverlo ni calcularlo, el fondo nos habrá enviado.” (Derrida 2005:149)
“La encalladura, por su parte, no es el encallamiento. La encalladura es el momento en que, esta vez intencionada, libre, deliberadamente, de una formacalculable y calculada, el capitán del barco, al no ser capaz de mantener el rumbo, asume entonces la responsabilidad de tocar fondo –y esta decisión se parece también a un acontecimiento. (…) Entre la encalladura y el encallamiento, asumiríamos el esfuerzo desesperado por salvar de un naufragio desastroso (…) Allí donde ya no se puede salvar nada, se trata entonces de salvar el honor en la derrota.Salvar el honor no sería la salvación que salva sino la salvación que sólo saluda una partida, al separarnos del otro.” (Derrida 2005:150)
Desde esta perspectiva, ningún “hecho” ni concepto puede ser entendido como “puro” y contrapuesto a su par binario lógico. En tanto que uno y otro (el “bien” y el “mal”, por ejemplo) no existen en sí mismos, sino en y a condición de posibilidad de sucontrario. Siendo la esencia de uno y otro imposible de delimitar ya que estos se presentan siempre abigarrados y los límites difusos (diseminados).
Sobre esta diseminación (indeterminación) absoluta que es la realidad, las instituciones establecen delimitaciones y recortes que demarcan el espacio, el tiempo y toda manera de socialización de los sujetos en el mundo. Empezando por el lenguaje (Nietzsche),la verdad, las leyes, la moral, etc. Dentro de este marco, el Matrimonio como institución, al igual que cualquier otra, establece ciertos patrones normativos que rigen en diferente concepto y especificidad dependiendo de su contexto particular. Estos patrones socialmente establecidos regulan (apriorísticamente) el comportamiento de quienes se someten a dicha institución. Entre ellas, la monogamiaes uno de sus pilares fundamentales y su contrario sería (no semánticamente: poligamia, sino desde la jurisprudencia) el adulterio . Sin embargo, siguiendo la línea argumentativa que propone Derrida, observamos cómo la misma monogamia y su contracara se funden y confunden en la propia constitución de la una y la otra. En tanto que para que sea concebida (nombrada) es necesario que exista su...