crónica

Pontificia Universidad Javeriana
Comunicación Social
Crónica y Reportaje
Tatiana Vesga Rodríguez

Salud, ¿para quién?

La salud es un derecho fundamental que debe ser garantizado en cualquier parte del mundo. Sin embargo, en países como Colombia, se presentan un sinnúmero de trabas a la hora de prestar este servicio. Cuando el inconveniente no proviene de la ineficiencia de las EPS’s, esporque alguien ‘más importante’ está siendo atendido. Si bien es cierto que muchas personas han muerto en las puertas de los hospitales, a la espera de ser atendidos, no es el común denominador. Lo cotidiano son las mal atenciones que ocurren a diario en el país. Claro está, si es el presidente quien se enferma, recibe un tratamiento inmediato y se vuelve de conocimiento público su estado. Perolo que nadie sabe es el trasfondo de lo que ocurre con los otros pacientes del mismo hospital.

El miércoles tres de Octubre operarían al Presidente Santos en la Fundación Santafé de un cáncer de próstata. Sin embargo, esto no debería ser un impedimento para que el resto de personas necesitadas de asistencia médica en ese hospital, fueran atendidas. Y si se le pregunta a cualquier trabajador dela institución afirmarán lo mismo. Pero con casos como el de Juan Camilo Rodríguez, de 28 años, que asistió ese mismo día por un absceso en un lugar muy doloroso, queda en duda el correcto funcionamiento de la institución.

Este día, el joven tuvo que pasar dos grandes molestias por parte del hospital y de la EPS. El primero fue cuando llegó a las cuatro de la mañana a la Fundación Santafé. Eldolor por el absceso venía perturbándolo hacía tres días. No había ido al médico antes, porque ya había sufrido de esto mismo en el 2006 y el 2008, y sabía que la cirugía era lo único que podía curarlo. Pero la intensidad del dolor fue tal, que salió a urgencias después de toda una noche sin dormir. Cuando lo atendió la doctora de turno y examinó el área del problema, confirmó sus temores.–Debemos operar porque el absceso está bastante grande y en una zona crítica. De todas maneras, voy a llamar al cirujano que está de turno para que lo revise-, le informó la médica.

No obstante, el encargado de dar un juicio lo envió de vuelta a su casa. –Es posible que el antibiótico drene el absceso y por ahí en tres días ya no va a tener nada. Pero si el dolor continúa para el sábado, regrese porurgencias-.

Después de aplicarle una inyección, se le quitó el dolor inmediatamente, así que Juan Camilo no tuvo inconveniente en devolverse para su casa. La urgencia parecía estar atendida, de manera que se fue a descansar. Lógicamente, a las 3 de la tarde el dolor reapareció cuando la inyección había dejado de surtir efecto. Esperó un tiempo para ver si las pastillas podían darle un respiro ala intensidad del padecimiento, pero no fue así. Como estaba sólo en su casa, no podía acudir nuevamente al médico, pues el malestar no le permitía caminar solo.

A las 6 de la tarde llegó su hermana, que vive con él. Tan pronto la sintió llegar gritó: –¡Hermanita, Hermanita! Llévame a la clínica que no aguanto el dolor. ¡Ya me pasó el efecto de la inyección y los medicamentos que me dieron nome lo quitan!- En seguida bajaron al carro, para dirigirse al hospital.

A la entrada vehicular, unos policías requisaron el baúl del carro con un perro entrenado, revisaron cada una de las puertas y después los dejaron seguir. Juan Camilo entró para recibir la primera valoración médica, mientras su hermana parqueaba. Cuando ella volvió lo encontró sentado, esperando a que lo llamaran deadmisiones. No había terminado de sentarse junto a su hermano, cuando ya estaban haciendo el llamado por el altavoz: - familiar de Juan Camilo Rodríguez, favor dirigirse a admisiones. Familiar de Juan Camilo Rodríguez, favor dirigirse a admisiones-.

Antes de esperar a que se repitiera el llamado, la joven ya estaba llegando al muro del hombre encargado. – Juan Camilo ya había ingresado esta...