Crónica

Siempre siguiendo la dirección de El Salmón

Empieza la noche en uno de mis antros favoritos. ‘’La Noche de Barranco’’, aquel bar en el que suelen departir poetas, escritores, pintores, rockeros, fotógrafos y simples vagabundos de la ciudad. Me preparo para un pequeño, aunque emocionante, pienso yo, concierto tributo a un rockero y poeta, de los 5 grandes de Argentina: Andrés Calamaro.

Elshow es organizado por los ‘’K-lamares’’ una especie de secta, con más de 10 años en funcionamiento, y que rinde honores a ‘El Jefe’ con una rigurosidad digna de cualquier iglesia y la cual está conformada por fanáticos enceguecidos, que darían su sangre, sudor y lágrimas por tocar siquiera alguno de los rulos de su ídolo y dios máximo.

El sitio, acogedor cual ninguno, luce abarrotado de gente,con tragos que vienen y van, al menos en el ala izquierda y principal del bar, ya que el ala derecha -un espacio aparte- está ocupada por gente que prefiere la conversación más tranquila, con una rockola, como las de antaño, en la cual moneda a moneda se ponen las canciones que la gente siente les traerá los mejores o peores recuerdos.

Un extraño aunque literario ambiente, lleno defotografías y pinturas en las paredes, en la que el principal referente de Andrés Calamaro -según sus propias palabras- el trovador Joaquín Sabina, se ha embriagado innumerables veces junto a otro gran borracho, muy conocido por estos lares: el escritor Alfredo Bryce Echenique.

Un sitio en el que el principal referente de Andrés Calamaro, según sus propias palabras, el trovador Joaquín Sabina, se haembriagado innumerables veces junto a otro gran borracho, muy conocido por estos lares: Alfredo Bryce Echenique.

Después de música ambiental durante un largo rato de espera, en el cual muchos sintieron una terrible agonía, ansiosos de los temas de Andrelo, y ya un poco exaltados por las copas de alcohol previas, estalló la burbuja a la medianoche en punto, con el invitado estelar, FranciscoChávez, concursante del programa televisivo ‘’Yo Soy’’, el cual imita de manera formidable al Salmón. Esto sonaría a exageración si no fuera porque esto último ha sido reconocido por el propio Calamaro en su cuenta de Twitter.

Honestidad Brutal. He de reconocer que no he seguido la carrera de Calamaro al detalle, mucho más allá de aquel disco doble que, está considerado como su obra maestra y yoesperaba que muchos temas de ese disco cayeran sobre mí y me transporten a otro lugar.

Después de la rápida presentación de Francisco Chávez y los músicos, se disponen a arrancar con la música, mientras el público se impacienta, o al menos eso se respira en el ambiente, tenso, tan tenso que sientes que hasta el respiro de alguien es capaz de desgarrar el aire.

Mientras se vive esta tensión enuna espera de apenas unos cinco minutos, yo pienso en Andrés Calamaro, ese bonaerense que dejó atrás el pelo esponjado pero a quien aún vemos con cariño. Ese mismo que puede hacernos llorar o movilizarnos con canciones como “Flor de Samurai”, una de su última producción, que alborota espíritus con un canto de protesta que dice “Dividámonos para gobernar, eliminémonos del mapa”.

Empieza elconcierto arranca con ‘’Flaca’’ y la melancolía y el alcohol se funden en un abrazo fraterno, la gente se emociona, canta, se pone de pie, solo con la primera canción.
El concierto tributo a Calamaro en el La Noche de Barranco fue un regreso, como siempre. Regreso que canciones más tarde se fundió en un género de nostalgia con unas notas de reggae con Bob Mayley (“No woman, no cry”) minutos antes deque Francisco se pusiera a fumar en pleno escenario. (¿Un porrito, como en “Loco”, quizás la única que les faltó tocar?).
Andrelo siempre regresa, y la banda tributo lo sabía a la perfección, porque volvió a las épocas de Los Abuelos de la Nada y de Los Rodríguez con “Sin Documentos, “Costumbres argentinas”, “Mi enfermedad” y “Mil horas”, y nos hizo volver a las épocas de amores adolescentes...