Crónicas
Y ahí estaba el, sonriente como aquel día, sonreía como un idiota y digo que sonreía como un idiota porque los idiotas hacen las cosas sin más y porque sí, porquefinalmente así fue el momento cuando la conoció a ella, solo sucedió porque el destino así lo quiso.
Pero remontémonos un poco más atrás, donde la historia aun no tenía sentido, donde el todavía creía que elmundo solo giraba porque sí y ella había dejado de cantar canciones cursis, remontémonos en el momento en el que el astuto destino les jugó su última carta este par de ingenuos que habían empezado acreer que a sus apenas 25 años lo habían vivido todo.
El 5 de noviembre del 2012, Javier salía de su trabajo, él era arquitecto, trabajaba para una afamada empresa cerca de reforma, todos los díassalía a las 6:00 de la tarde, después de haber trabajado 3 años para esa empresa esa tarde de precisamente este día decidió mandar todo al demonio, gritos por aquí gritos por haya hasta que finalmentecuando salió de la oficina, había crecido la taza de desempleados en México, todo esto provoco que saliera exactamente 3 horas antes, por lo que le toco ver reforma como hacía mucho tiempo que no laveía “tranquila”, por alguna razón le resultaba placentero ver como mujeres y hombre de traje sastre negro iban y venían de todas direcciones, apresurados de llegar a tiempo a sus respectivos trabajos,pero Javier nunca se hubiera imaginado que estaba pasando justo en el momento en el que él estaba renunciando.
Mariana, una chica de 23 años con el alocado sueño de volverse cantante, salía ahurtadillas del edificio donde vivía pues el casero la estaba cazando cual depredador a su presa, pues Mariana debía 2 meses de renta, tardó media hora pero finalmente lo logró. Una vez a fuera de suedificio corrió como nunca lo había hecho pues ese mismo día la entrevistarían para una bacante de secretaria, la empresa se encontraba cerca del bar donde se presentaba todos los miércoles, su cita era...
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