Cr nica Barras Bravas FINAL
Una dulce condena que no se juzga
En Colombia siempre se ha visto el fútbol como una fiesta, una manera de reunirse con familiares y amigos para disfrutar el deporte más lindo del mundo. Por otro lado, están los familiares que sufren cada domingo para no tener que enterrar a sus allegados luego de haber ido a alentar a su equipo en una barra brava. Para la sociedadlas barras son sinónimo de violencia y drogas, donde los medios ponen la panorámica de la represión. Pero detrás de la violencia también está la otra cara de la moneda que muchos colombianos no quieren ver, el barrismo social. En esta balanza entre la violencia y la paz, en un momento en el que Colombia busca la paz, hay que mirar a las barras desde los dos puntos de vista.
La muerte de AndrésEscobar en los 90 marcó una década terrible para el futbol colombiano, amenazas a jugadores, dineros oscuros, partidos arreglados. El asesinato del árbitro Álvaro Ortega, por ejemplo, obligó a cancelar el torneo. La situación actual es muy distinta, pero al mismo tiempo no lo es. La violencia ha cambiado de actores, pero su crudeza es la misma. Grupos de jóvenes a los que el olvido de la sociedad hallevado a buscar alternativas violentas, y encuentran en el futbol una excusa para darse de baja como lo hacen las bandas delincuenciales. En algunos barrios, ponerse una camiseta se convierte en una sentencia de muerte.
Mientras se jugaba el mundial en Brasil, donde la Selección Colombia estaba presente, todo el país estaba lleno de felicidad, pero una felicidad, que muchas veces ocultaba unatriste realidad, porque el país seguía cultivando muertes y miserias, esta vez parecía mirarse diferente, o al menos existe la esperanza. Mientras el equipo de Pékerman derramaba la última gota para pasar de fase, miles de colombianos andaban empeñados en convertir al futbol en una fuerza de paz. Un camino para enseñarles a los jóvenes a descubrir lo que son capaces de hacer, cuando trabajan enequipo, para que aprendan a ser solidarios, a sacar lecciones cuando se pierde y no perder la cabeza cuando se gana.
Hoy en día, después de muchos hechos de violencia, que son los únicos que desafortunadamente son noticia en lo que tiene que ver con el barrismo, están otra vez las barras bravas en el ojo del huracán. Pero hay otro lado de la historia, donde a veces las personas no se quieren verinvolucradas en el tema, donde nadie quiere ir más allá de si hubo violencia o no.
En Colombia parece que mucha gente fuera partidaria de la represión, más nunca de la prevención. Y atrás de todo esto hay un fondo social. Por primera vez, el gobierno del Ministerio del Interior, y sobre todo fundaciones que han trabajado la situación de jóvenes en estado de vulnerabilidad que a través del fútbol,quieren meterle mano al fenómeno de las barras y explotar este potencial para que se vuelva positivo.
Un pequeño batallón de casi doscientas personas de todos los ámbitos del deporte, desde las propias barras hasta la Comisión Nacional de Seguridad, comunidad y convivencia en el futbol creada por la ley en el 2009, pasando por aficionados, futbolistas, funcionarios municipales, y hasta la policía,liderados por el Ministerio del Interior trabajaron en un plan a lo largo del año pasado, para que la próxima década, el futbol progrese desde los barrios hasta los estadios, en un ambiente tranquilo, positivo, creativo, e igualitario. Una sociedad que se prepare para entregarle por medio del futbol, un país mejor a una futura generación.
Pocos saben que el Ministerio del Interior encabeza lacomisión nacional de futbol y que sobre ellos recae la responsabilidad frente cualquier acto de violencia relacionado con el deporte. Juver Ariza, es asesor político de Aurelio Iragorri, ministro del interior, se hecho al hombro la tarea que muchos consideran imposible, desnaturalizar la violencia en el fútbol, donde dijo: “Nosotros tenemos el convencimiento de que no podemos llorar muertos y...
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