Creando ciudadanias en el fragor de la marginalidad

Creando ciudadanías en el fragor de la marginalidad.
Día a día las dinámicas sociales, culturales y políticas a las que se ve enfrentada una población visibilizan nuevos actores de la política al igual que una serie de acciones en búsqueda de la reivindicación de identidades propias que históricamente se han constituido en una comunidad; la marginalidad que somete a pueblos enteros transformalas teorías tradicionales de la política y crean nuevos escenarios de discusión en lógicas públicas, estos nacientes escenarios son el punto de partida para la transición de ciudadanías convencionales a públicos organizativos que buscan incidir con su poder político en la toma de decisiones públicas, en éste sentido se evidencia la búsqueda del reconocimiento de su rol de actor político,desligándose a su historia constitucional y constituyéndose en un actor de las decisiones de la política. A partir de esto es necesario el reconocimiento de la pluralidad cultural para hacer, desde el régimen incluyente las diferentes comunidades que constituyen un territorio, este se ve plasmado de diferentes expresiones que buscan la consolidación de ciudadanías a partir de sociabilidades ymovilizaciones, una acción colectiva que tiene sentido en la necesidad de formular políticas acorde a las necesidades de la comunidad, sin favorecer a las elites o a los factores de mercado que demarcan el común modelo neoliberal con el que se ha moldeado el diseño institucional que acobija la mayoría de regímenes en América Latina.
Iniciemos con el tema de ciudadanía. Ciertos autores consideran que losprocesos de exclusión social han fragmentado la idea de ciudadanía, afectando de manera especial la ciudadanía social, pero, al mismo tiempo, observan que se ha producido una expansión en otras dimensiones, por ejemplo en lo que se denomina ciudadanía cultural. Mientras la ciudadanía busca expandirse en nuevas dimensiones, en otros campos retrocede. A partir de esta caracterización surgen diferentesinterrogantes acerca de cómo se están constituyendo ciudadanías en poblaciones de marginalidad, además de la exclusión y la discriminación legitimadas por el Estado, que no sólo han tenido una dimensión económica sino también una dimensión étnica y racial en el caso latinoamericano (Arbona, 2008; p 401).
Las comunidades latinoamericanas históricamente se han visto sometidas a la exclusión social,específicamente las comunidades que representaban un genotipo diferente a la concepción heredada europea, un sistema político que apartó a las comunidades étnicas de las dinámicas públicas, excluyéndolos de las decisiones sobre lo público y quitándoles el poder político que deberían de tener, esto justifica la formación de ciudadanías que definan sus intereses y concepciones acerca de lo público,a partir de esto la inclusión de estas comunidades marginadas a la participación política institucional es el factor preponderante para la inclusión de estos a las decisiones políticas que los afectan.
En esta lógica de razonamiento, la ciudadanía no es sólo un status sociopolítico determinado por un balance adecuado de derechos y deberes; sino, también una identidad compartida que expresa lapropia pertenencia a una determinada comunidad política. Sin embrago para que esta lógica de pertenencia funcione, es esencial que las instituciones políticas, los partidos o agrupaciones que se expresan en una sociedad determinada y compiten por el acceso al poder que la democracia otorga, para administrar el bien común, sean capaces de crear un marco para la participación y la adhesión de losciudadanos. Pero los históricos avatares de la democracia en la región y las falencias propias de los partidos políticos y sus dirigentes, funcionan muchas veces como reactivos que alejan a la sociedad o, en todo caso, la enajenan en una relación transaccional con la política, que realimenta los circuitos del sistema político clientelar.

Las ciudadanías que se gestan en las dinámicas propias de...