Create New Board
Runaway world: Tradition, Anthony Giddens, 1999, conferencia para el BBC World Service.
El concepto de tradición y sus debates está lleno de paradojas.
Para empezar, está lleno de paradojas históricas, como se puede ver en los casos de tradiciones inventadas que empezamos a ver la semana pasada.
Por ejemplo, como ha demostrado Trevor-Roper, en el capítulo primero del librode Hobsbawm, cuando los escoceses se reúnen para celebrar su identidad nacional, lo hacen de formas y maneras que quieren basar en la tradición.
Los hombres llevan el kilt (la faldita), cada clan llevando su propio tartan (el diseño), y sus ceremonias se acompañan por el sonido de las gaitas.
Por medio de estos símbolos muestran su leatad a rituales antiguos, rituales que se remontan a laantigüedad.
Excepto por el hecho de que esto no es así. Junto con otros símbolos de lo escocés, son todas creacciones bastante recientes. El kilt fue inventado por un empresario inglés de lancashire a mediados del siglo XVIII. Se empeñó en alterar el vestido existente de los habitantes de las Highlands para hacerlo útil para el trabajo.
El símbolo pretendidadamente más genuino de lo escocés (el kilt)fueron un producto de la revolución industrial. La diferenciación en los diseños fue una estrategia de mercadotecnia.
Otro ejemplo sería el de muchas vestimentas, estilos arquitectónicos, etcétera, considerados como auténticos en la India actual. Muchas de ellas proceden de la administración colonial británica, que introdujo en base a estudios arqueológicos de gran escala para preservar la“herencia” india. Antes de estos estudios, los soldados indios y los británicos vestían de la misma manera. Algunas de las tradiciones que inventaron o medio inventaron, todavía siguen presentes.
En España, el programa de investigación de la “invención de la tradición fue seguido por Jon Juaristi en El linaje de Aitor. La invención de la tradición vasca. Madrid: Taurus Ediciones. 1987.
También sehan hecho estudios sobre como los viajeros extranjeros del siglo XIX en España, recopilando rasgos del folklore andaluz, destilaron una mezcla como lo genuinamente andaluz, mezcla que posteriormente se extendió por toda Andalucía. Se puede ver en Félix de Azúa, El aprendizaje de la decepción. Barcelona: Anagrama. 1997.
Es curioso que aunque la tradición y la costumbre han sido la materia dela mayoría de la gente durante la mayoría de la historia humana, los académicos y los pensadores han mostrado muy poco interés en ellas. Hay discusiones interminables sobre la modernización y lo que significa ser moderno, pero muy pocos acerca de la tradición, el par que se le opone. Hay muchos libros sobre modernización o modernidad pero muy pocos específicamente sobre la tradición.
Uno es elde Hobsbawm y otro es el de Shils del que hablaremos más adelante.
Fue la Ilustración europea del siglo XVIII lo que le dio a la tradición su mala fama.
Una de sus figuras principales, El Baron D’holbach, definió así la situación “los instructores han fijado los ojos de los hombres en el cielo desde hace mucho tiempo, dejemos que ahora los vuelvan hacia la tierra. Fatigados con,una inconcebibleteología, con fábulas ridículas, con misterios impenetrables, con ceremonias pueriles, dejemos que la mente humana se aplique al estudio de la naturaleza, de los objetos inteligibles, de las verdades sensibles, y el conocimiento útil. Dejemos que las vanas quimeras de los hombres sean eliminadas, y las opiniones razonables pronto aparecerán por sí mismas, dentro de esas cabezas que pensamos quesiempre es que estarían destinadas al error”.
Está claro que D’Holbach nunca intentó un compromiso serio con la tradición y su papel en la sociedad. La tradición aquí es meramente la sombra de la modernidad, una elaboración innecesaria que puede ser fácilmente dada de lado. Esta forma de pensar tiene su inicio en Descartes. Con su famoso “pienso, luego existo” quería plantar las base de un...
Regístrate para leer el documento completo.