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EL CUERPO DE LOS CONDENADOS
Comienza relatando cómo era ‘castigado’ en 1757 un condenado de cometer homicidio antes de ser sacrificado y finalmente descuartizado. Al cumplimiento de la sentencia,todo quedó reducido a cenizas.
También comenta que en el año 1838, Faucher escribía el reglamento "para la casa de los jóvenes delincuentes de parís", en el que algunos artículos regulaban: el comienzode la jornada, el trabajo, la comida, la escuela. C/u descripto con un estilo penal determinado.
Luego habla en el texto de la desaparición de los suplicios. Ha desaparecido el cuerpo supliciado,descuartizado, amputado, ofreciendo un espectáculo. Ha desaparecido el cuerpo como blanco de la represión penal. Así, el rito que "cerraba" el delito se hace sospechoso de mantener con él turbiosparentescos: de igualarlo o sobrepasarlo en salvajismo.
Ahora, el castigo, tenderá a convertirse en la certidumbre de ser castigado, pero no será ya el teatro abominable. Se hablará de: la prisión, lareclusión, los trabajos forzados, el presidio, penas "físicas" que recaen directamente sobre el cuerpo. Así, el cuerpo se torna un instrumento o de intermediario, al que encerrándolo o haciéndolotrabajar, hace privar al individuo de una libertad considerada a la vez como un derecho y un bien.
Ahora, además de la desaparición del espectáculo, se anula el dolor: cuando se acerca el momento de laejecución, se pone a los pacientes tranquilizantes. Esto lleva a una pregunta: Si no es ya el cuerpo objeto de la penalidad en sus formas más severas ¿sobre qué establece su presa? puesto que ya no es elcuerpo, es el alma. El castigo actúa sobre el corazón, el pensamiento, la voluntad. Al alma del delincuente se la convoca para juzgarla, al mismo tiempo que al delito.
La función del nuevo sistemapenal ha conducido a los jueces a juzgar otra cosa que los delitos y se ha cargado de elementos y de personajes extrajurídicos, con el fin de evitar que esa operación sea un puro y simple castigo...