Creatividad Literaria En El Joven Bachiller
Antes de reflexionar sobre el modo de articular el fomento a la lectura en la etapa de los estudiantes de Bachillerato, debemos analizar cómo leen estos jóvenes, por qué lo hacen y qué buscan en la lectura.
En cualquier caso, conviene comenzar recordando que la lectura no sólo la de ficción juega unpapel muy importante en la formación y desarrollo de la personalidad del joven lector, pues su madurez comunicativa precisa tanto de los mundos ficticios que le ofrece la narrativa, como de la estética de la poesía, el dramatismo del teatro y la información y el conocimiento de los materiales de lectura documentales. Con todo ese bagaje el joven construirá su itinerario de lecturas al tiempo queirá dotando de sentido a su existencia
Esta es la importancia que el estudiante, tiene la libertad de asimilarse e integrarse a este mundo globalizado, en una época de radicales y veloces cambios tecnológicos, científicos, sociales y culturales. En este contexto de transformación se modifican las necesidades, la sensibilidad, la filosofía y las formas de comunicación en un contextomulticultural donde los códigos se diversifican, renuevan y recrean.
La necesidad de interacción comunicativa dialéctica, verbal, no verbal, tácita o implícita pertenece a todos los tiempos y a todas las culturas.
Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que el diálogo en la actualidad posee una polifonía verbal con múltiples voces, conciencias e identidades en interacción, donde las ideas se debendiscutir con respeto, empatía, interés y tolerancia en terrenos cognitivos, éticos o estéticos, para comprender y complementar al mundo externo y al mundo interno o personal.
La formación lectora y la educación literaria de los jóvenes
La didáctica de la lectura enmarcada en el Área de Lengua y Literatura pero asumible por todas las áreas curriculares debe replantearse para dar respuesta ysolución a las deficiencias lectoras que se detectan en los estudiantes al acceder a la enseñanza del nivel bachillerato. Se requiere el diseño de un proyecto que priorice la formación y educación literaria de los jóvenes y que no olvide que la principal dimensión de la lectura es emocional y que, por tanto, se han de favorecer las experiencias lectoras que dejen brotar con naturalidad lasreflexiones, opiniones, preguntas y respuestas de los alumnos, más que enmarañarles en una interminable y estéril divagación sobre «lo que el autor ha querido decir», la detección de los recursos estilísticos y el análisis semántico e ideológico de los textos.
Si fiamos todo a las lecturas obligatorias, alejadas de los intereses, capacidades y motivaciones de los estudiantes, los resultados seguiránsiendo ineficaces y contraproducentes. Interesa, llegados a este punto, reflexionar sobre la conveniencia o inconveniencia de atosigar a los jóvenes con las obras canónicas. ¿Quijote, Góngora, Dante, Calderón...? Si con García de la Concha creemos que la lectura implica al ser humano en su totalidad, pues el sujeto moviliza su inteligencia, sensibilidad, valores éticos y estéticos, la educaciónliteraria no puede ser un epígrafe más de los libros de texto o un tema más de los currículos oficiales. A los textos y autores canónicos se llega anhelantemente tras las experiencias de lectura y escritura enriquecedora y grata para el sujeto, no tras la práctica alienante, repetitiva y anodina que obliga al estudiante a interpretar los textos según los criterios de los eruditos o los profesores.Estos han de sacudirse el yugo abrumador de las pruebas de acceso a la universidad que les obliga a comprimir todos los contenidos conceptuales al máximo para que los estudiantes puedan superarlas con éxito.
Tal y como están concebidos los tiempos y los espacios en los institutos es prácticamente imposible desarrollar el hábito lector de los jóvenes. Sólo sustituyendo el «aulocentrismo» y la...
Regístrate para leer el documento completo.