Crecimiento humano
La crisis que padecen la mayoría de las vocaciones jóvenes tras pocos años de vida en comunidad pone en evidencia una crisis de relación que afecta a todos y cada unode los miembros que viven esa determinada comunidad. Podíamos decir, por consiguiente que se trata de una crisis de relación comunitaria. Por eso algunas vocaciones religiosa jóvenes se estropean apesar de que había de por medio una opción seria y generosa de entrega a Dios.
La vida religiosa, como cualquier tipo de vida, se tiene que poder “vivir”. Cuando esto no es posible, la gente(Tanto jóvenes como mayores) se ahogan. En la vida religiosa hay gente mayor que también vive este problema, pero desgraciadamente no se han atrevido a buscar ese soplo de vida que no encuentran. Poreso, mientras algunas de estas personas se defienden como pueden, otras se estancan espiritualmente y van tirando, es decir van sobreviviendo, sin perderse, pero sin progresar. Y, en el peor de los casoshay incluso algunos que enferman psicológica o emocionalmente.
Todo ello hace que la relación, la comunicación, el combatir la vida, la relación comunitaria y la comunión entre los miembros deuna comunidad continúe siendo una asignatura pendiente en muchas comunidades.
Por eso para que una vocación crezca hace falta un mínimo de madures humana, afectiva y espiritual que vallaaumentando con el crecimiento interior, con la manera de afrontar la realidad y con el compartir lo positivo y lo negativo que todos tenemos, aprovechando la relación comunitaria. En definitiva, entrandoen comunión con uno mismo, con los demás y con Dios.
Muchas veces impresiona la realidad de tantas personas, mayores y jóvenes que, habiendo consagrado un día su vida a Dios, sienten que, poco apoco, su vida languidece y entra en crisis; y no por falta de generosidad sino por falta de madures afectiva.
Si este fuera únicamente el problema de algunos jóvenes, quizás fuera fácil...
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