Crimen y castigo
En la Calle
Raskolnikoff: "¿Yo asesinar a la Usurera? (riendo de un modo extraño) ¿Soy capaz de "eso"? ¿Es serio "eso"? No, No de ningún modo; patrañas que entretienen mi imaginación, puras fantasías."
Marmeladoff: "¡Eh, tú, el del sombrero alemán!"
Raskolnikoff:"¡Ya me lo figuraba yo! ¡Ya lo había presentido! Es algo tonto que algo insignificante puede echar a perder el plan. Mejorusare una boina vieja. Pues seguro que llama la atención al verla a la distancia. Después lo recordarían y podría ser un indicio; lo importante es no llamar la atención de nadie."
En la casa de la Usurera
Raskolnikolff: -Raskolnikoff, estudiante. Estuve aquí, en esta casa, hace un mes
Alena: -Sí, lo recuerdo
Raskolnikoff: -Vengo otra vez por un asuntillo del mismo género
Alena: -Entre usted.Raskolnikoff: -He venido a empeñar una cosa. Véala usted.
Alena: -Aún no me ha devuelto usted la cantidad que le tengo prestada; anteayer venció el plazo.
Raskolnikoff:-Le pagaré el interés de otro mes; tenga un poco de paciencia.
Alena: -Conste, amiguito, que puedo esperar, si quiero, o vender el objeto empeñado...
Raskolnikoff: ¿Cuánto me da por este reloj, Alena Ivanovna?
Alena: -Lo quetrae aquí es una miseria; esto no vale nada. La otra vez le di a usted dos billetes pequeños por un anillo que se puede comprar nuevo en la joyería por rublo y medio.
Raskolnikoff : - Déme usted cuatro rublos y lo desempeñaré. Perteneció a mi pa¬dre. Pronto recibiré dinero.
Alena: -Rublo y medio, y he de cobrar el interés por adelantado.
Raskolnikoff :-¡Rublo y medio!
Alena: -¿Acepta usted, sí ono? (Y dicho esto, la mujer alargó el reloj al visitante)
Raskolnikoff: -¡Venga el dinero!
Raskolnikoff: “Tiene sus llaves en el bolsillo derecho” ¡Tieje un cajon lleno de dinero y joyas !..."
Alena: -Mire usted, Tengo, pues, que darle a usted un rublo y quince kopeks. Aquí están.
Raskolnikoff: - Es posible, señora Ivanovna, que venga pronto con otra cosa. Una cigarrera... de plata
Alena:-Bueno, entonces hablaremos.
Raskolnikoff : -Adiós..."¡Dios mío, qué repugnante es todo! ¡Es posible, es posible que yo...! ¿He de ser yo capaz de tal infamia? ¡Esto es innoble, abominable, sucio!..."
En la Taberna
Raskolnikoff : “Todo esto son estupideces. No había motivo para turbarse. ¡Tan sólo era un malestar físico; un vaso de cerve¬za, un pedazo de bizcocho, y en un abrir y cerrar de ojos,el cerebro reforzado, las ideas claras, las intenciones resueltas! ¡Diablos, qué absur¬do es todo esto!"
Marmeladoff, -Amigo, Sabe tengo una hija Sonia deshonrada pues tiene carta amarilla de prostituta y mi segunda esposa Catalina Ivanovna, con quien tengo tres hijos de corta edad. A quienes no puedo mantener y obligo a mi hija a hacerlo por eso soy un desgraciado
Raskolnikoff: Usted es muyborracho le acompañare a su casa.
En su habitación
Anastasia: -Vamos, levántate. ¿Qué te pasa para dormir así? Son las nueve; te traigo té, ¿quieres una taza? ¡Huy qué cara! ¡Pareces un cadáver!
Anastasia: -Praskovia Pavlona quiere dar parte a la policía.
Raskolnikoff: -¡A la policía! ¿Por qué?
Anastasia: -Porque no le pagas ni quieres irte. ¡Ah, se me olvidaba! Ha llegado una carta para ti.Raskolnikoff: -¡tráela, por amor de Dios, tráela!
"Querido hijo tu hermana Dunia va casarse con Ludjin quien esta resuelto a no casarse más que con una joven honrada, pero sin dote, y que supiese qué es la pobreza". “Viajaremos yo y Dunia a la capital en estos días, y que, habiendo aumentado mi crédito al saberse el matrimonio de tu hermana, te mandare veinticinco o treinta rublos”
"¿Dunia, hermanamia, mientras yo viva no se celebrará ese matrimonio."
Caminando por las Calles
Raskolnikoff :”Debo ir a la casa de mi amigo Razumikin. ¿para qué? ¿Cómo se le había ocurrido la idea de visitar a Razumikin?”, ¿en qué puede resultarme útil? Supongamos que puede propor¬cionarme alguna lección; supongamos, incluso, que se reparta conmigo su último kopek.", "Sí, iré a casa de Razumikin; pero no...
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