Crimenes Exquisitos Vicente Garrido Nieves Abarca

Páginas: 1232 (307813 palabras) Publicado: 20 de mayo de 2015
El cuerpo de Lidia Naveira, una joven de la alta sociedad coruñesa, aparece
flotando en el estanque de Eiris recreando la famosa Ofelia de Millais.
¿Qué relación tiene este crimen con el macabro asesinato acontecido meses antes
en la Abadía de Whitby?
La inspectora Valentina Negro, con ayuda del famoso criminólogo Javier Sanjuán,
liderará una investigación que la llevará a colaborar con ScotlandYard, en una
oscura trama a caballo entre A Coruña y Londres.
Lo que nadie puede llegar a sospechar es que en la vertiginosa cuenta atrás para
atrapar al asesino, deberán enfrentarse a las obsesiones más inconfesables de la
sociedad actual.

Vicente Garrido y Nieves Abarca

Crímenes exquisitos
ePUB v1.0
Dirdam 30.07.12

Crímenes Exquisitos
Vicente Garrido Genovés y Nieves Abarca Corral, 2012Fotografía modelo: Istockphoto (no consta autor)
Editorial: Versátil S.L.
ISBN: 978-84-92929-52-8
Editor original: Dirdam (v1.0)
ePub base v2.0

A mis alumnos de Criminología.
Vicente Garrido
A «M.» Por la Noche de las Ánimas.
Y a mi padre, in memoriam.
Nieves Abarca

Todos los personajes que aparecen en la novela son ficticios, así como las tramas.
Cualquier parecido con la realidad es puracoincidencia.

Prólogo. El Charlatán
«… y te daré, morena mía,
besos fríos como la luna
y caricias cual de serpiente…»
«El Aparecido», soneto LXIII.
Las flores del mal. Charles Baudelaire

Vigo, enero de 2006
Las espesas nubes tapaban a ratos la luna llena, rodeada de surcos anaranjados.
Los rayos, rojizos y fantasmagóricos, iluminaban la ría de Vigo, oscura como el
petróleo a aquella hora de lamadrugada. Valentina contuvo un estremecimiento y
cruzó los brazos, en un ademán inconsciente de desamparo. Aquella era una noche
helada de cojones, y más después de llevar a la intemperie más de tres horas. Bajó
la cuesta trastabillando sobre sus altos tacones, hasta acercarse a los bloques de
edificios de cemento gris, de construcción bastante antigua. Luego se acercó con
disimulo a un coche aparcadoen un camino de hierba para constatar que las
ventanillas estaban cubiertas de vaho. Sonrió, aterida.
«Por lo menos allí dentro no tendrán tanto frío como yo», pensó.
La ría de Vigo, bajo la tenue luz de la noche, era muy hermosa. Desde su
posición, podían verse muy bien las bateas diseminadas aquí y allá, y más lejos, las
luces que iluminaban el puente de Rande. Los astilleros estaban en calma aaquella
hora. Y por el barrio de Teis no se veía ni un alma.
Bajó otro poco la cuesta de aquella callejuela interminable y vio una barca
abandonada, la madera podrida, casi sin pintura por el deterioro de muchos años.
Al lado, un cuatro latas de color verde agonizaba con las ruedas sustituidas por
ladrillos y la hierba y algún gato callejero por únicos ocupantes.
Tiró de la tela vaquera haciaabajo. Aquella minifalda tan ajustada era un
estorbo, se subía a los cinco segundos, por no hablar de las pesadas botas de
tacón alto. No estaba acostumbrada a vestir de una forma tan incómoda. Valentina
era feliz con unos simples vaqueros y una cazadora de cuero. Tardó un momento
en conseguir ajustar la falda en su sitio. Al revolverse, nerviosa, pudo notar el tacto
del micrófono que llevabaadherido a la piel, en la espalda, a la altura del riñón. Lo
tocó para asegurarse de que seguía en su lugar. Allí estaba.
El Citroën Xsara camuflado se deslizó a su lado con lentitud, parando justo al
lado de ella.
—¿Cómo vas, inspectora? —Una cabellera negra, engominada, asomó por la
ventanilla—. ¿Alguna novedad? ¿Has visto algo de interés? —El inspector Gorka
Raizabal bebió un sorbo de café de un vasotérmico y sonrió tranquilizadoramente
mientras agarraba el volante del coche. A Valentina le caía bien el inspector
Raizabal. Más bien tenía que reconocer que le gustaba mucho. Era un hombre muy
guapo. Lástima que tuviese novia… y fuese compañera, además. Aunque Valentina
notaba que él se sentía atraído por ella, no se atrevía a establecer ningún tipo de
acercamiento.
—Absolutamente nada, Gorka....
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