CRIMINOLOGÍA II
Entre los tantos agentes intervinientes en el acto delictual, encontramos los FACTORES PSICOPATOLÓGICOS DE LA CRIMINALIDAD, vemos entonces quepretender que los límites entre cordura y locura sean nítidos e inequívocos, es el pensar frecuente de los iletrados o desconocedores en salud mental, y más aún que todo aquel que no sea un “enfermo mental declarado” cuando delinque debería ser enviado directamente a la cárcel. Empero, existen muchos casos en los que las demarcaciones entre lo que “es” o “no es” enfermedad mental son borrosos.
Duranteel desarrollo del presente trabajo nos ocuparemos de aquellos delincuentes que presentan una intensa desconexión con la realidad, hecho que los llevó a delinquir.
Entre ellos hablaremos de los esquizofrénicos, oligofrénicos, catatónicos entre otros, acompáñenos pues el tema promete ser atrapante.
Los llamados “enfermos mentales” y popularmente “locos”, son los delincuentescon graves trastornos mentales. Jurídicamente lo más significativo es que con frecuencia tienden a ser considerados inimputables. Para ello hay que demostrar que el trastorno mental estaba influyendo sobre la conciencia y voluntad del sujeto en el momento de cometer el delito, situaciones en la que los enfermos son procesados y en lugar de aplicárseles una pena, se les impone una medida demejoramiento ingresándolos a un centro asistencial, casi siempre en régimen cerrado, para ser tratados de su trastorno mental.
No está de más recordar que la enfermedad mental ha sido un factor asociado tradicionalmente a la delincuencia pues existen determinados comportamientos criminales que pueden relacionarse o atribuirse a anomalías mentales. Ley y enfermedad mental, la relación existente entre ellasha sido objeto de un intenso debate histórico, resultado de la presión que bajas clases sociales ejercían sobre la naciente opulencia, lo que creó una conciencia de peligro que la sociedad debía controlar mediante las instituciones penales, tal afirmación explicaba en parte lo que se denominó “criminalización de la enfermedad mental”.
Sin embargo, es preciso tener en cuenta que no todo criminalo delincuente es un enfermo mental, ni todo enfermo mental comete actos delictivos, pues aunque exista un diagnóstico clínico debe existir una relación de causalidad con el acto. De la misma manera, el hecho de que alguien desafíe los principios esenciales que regulan nuestra vida social, forjados a lo largo de siglos, no es una prueba o una razón suficiente para pensar que sean locos, enfermos odegenerados.
Muy a pesar de los numerosos estudios llevados a cabo para relacionar la delincuencia y los trastornos psicopatológicos, no pueden extraerse conclusiones definitivas aún, entre otras cosas porque muchas de tales investigaciones se han realizado con delincuentes privados de libertad, circunstancia que puede favorecer la aparición de ciertos trastornos mentales, como alteracionesemocionales, trastorno límite de la personalidad y trastornos disociativos. La mayor parte de personas con alguna alteración psicopatológica no comete delitos o su comportamiento no es violento, pero la probabilidad de que esta circunstancia se produzca es mayor entre las personas con problemas de salud mental que entre aquellos que no los tienen.
Así, aunque el porcentaje de psicóticos no es másalto entre la población encarcelada que entre la población libre, bien es cierto que suelen ser más violentos los que se hallan en la primera situación. Un gran número de enfermos mentales crónicos terminan en prisión porque no acuden a centros asistenciales que les proporcionen la asistencia adecuada. Estos pacientes generalmente son marginados y excluidos sociales que carecen de recursos...
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