Criminologia anitua
Capítulo 1
Introducción.
Historias de los pensamientos criminológicos como historias del presente de diversos discursos
Sin embargo, creo que no debe pensarse a la historia como un proceso cié evolución continua, ni sicuiera puede hacerse eso al realizar una historia del y para el presente en la que el punto de vista fijado enel momento desde el que se habla es asumido expresamente. Como producto de una actitud cultural -algo más que "histórica"- y que puede verse bien ejemplificada en la perspectiva hegeliana, se tiende a pensar en cualquier disciplina como si se estuviera a la cola de un proceso en el cual se ha "avanzado" mediante progresos, saltos, incluso rupturas o cambios de paiadigma.
Siempre he pensado,cuando me enseñaban de esa forma distintos tipos de saber, que lo rnejor era empezar directamente pollos d:scursós modernos y ahorrarme el trabajo de comprender aquello que se sostenía en forma previa, tan cargado de errores como parecía indicarse en el discurso qi.e le seguía en el orden de la exposición.
En realidad esto no sucede de esta forma. Muchos de los discursos, en gene-tal -raero mecentraré aquí en los criminológicos-, son contemporáneos en el tiempo presente. Además, incluso aquellos que surgen en momentos anteriores no son eliminados por los que aparecen en un momento histórico posterior sino que permanecen en forma manifiesta o latente. Los discursos de esta Historia de los pensamientos criminológicos persisten en la actualidad, aunque algunos de ellos han cambiado susformas de expresión -en parte, sí, por las críticas recibidas por los otros discursos- sin cambiar el fondo que los sustentaba.
¿qué hace la criminología?, ¿qué es 1 urinología?. Se responderá aellas a lo argo de esta obra. De hecho, creo que haré criminología, aunque recurriré para ello al derecho, a la sociología, a 1; sofía, a la política y a la historia.
Y es que todo ello, y singularmene lahistoria, es algo que demuestra c mente la necesaria transdisciplinariedad del pensamiento sobre lo que se r nominado "cuestión criminal". Llamaré aquí "cuestión criminal" al conj muy heterogéneo, de objetos de estudio aportados por los distintos pensami que se estudian er el présenle libro. A!go circular, quizá, pero es que cierlar la "criminología" se presenta a sí misrra como una disciplina"nueva" que nc de resolver con claridad cuál es su objeto de atención. Problema que entien afecta sólo a la "criminología" sino a todas las disciplinas sociales.
E_nJo_que hace a la "crirninología*, pareciera que sólo puede estar dota COntenico si asume ser un saber orientado a dar respuesta a determinados p mas sociales. La dificultad de ello se saldó históricamente con la ignoran» reales problemas-de violencia, de desorden, de injusticia- o con la delega» otra instancia de su definición. Una "disciplina" cerrada en sí misma natu ambas opciones y, finalmente, acepta en pos de su reproducción un papel au limitado a pequeños asuntos internos y no discutidor -o crítico- de los prin que le reconocen un estatuto epistemológico más o menos sólido.
La edición de 1955, preparada también po~Donald i Cressey, dice que la criminología es el cuerpo de corocimiento que observa al de-I lito como un fenómero social. Incluye dentro de sus objetos, los procesos de ha-, cer leyes, de quebrar leyes, y de reaccionar contra quien ha quebrado las leyes.
Se verá que aparecen en tal definición varios conceptos que no pueden ser en-i tendidos anafóricamente. En primer lugar, el concepto de leyes. Kanthabría sido i de los primeros en ver que la aparición de leyes se relacionaba con la conciencia i de sí de la persona y la necesidad de vincularse con otros iguales en la ¡ociedad, ¡ algo que debería ser diferente a la forma ce dominación del mundo -y ya no con-■ vivencia en y con él- que se haoría producido al mismo tiempo de esa toma de i ccncicncia.
Con el concepto ce leyes aparece el de...
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