Crisis Congreso Chileno
Nunca antes en la historia la democracia estuvo
tan extendida y legitimada como en la actualidad. Cada vez son menos los países que mantienen regímenes autoritarios y existe una mayor
presión por parte de sus propios ciudadanos y
de la comunidad internacional para que adopten instituciones y mecanismos democráticos
-además transparentes- para seleccionar a sus
autoridades. Sinembargo, a pesar de esta extensión formal de los regímenes democráticos,
los principios e ideales que se encuentran a la
base de la democracia - como la igualdad y el
control popular de los gobiernos- están lejos de
ser alcanzados y asegurados. Debilidad de los
Estados para garantizar con criterios de igualdad efectiva los derechos y condiciones de vida
de sus habitantes, crisis económicas dealcance
global, creciente tensión entre las esferas supranacionales y nacionales respecto de la rendición
de cuentas y la toma de decisiones, así como
un distanciamiento entre la ciudadanía y las
instituciones de la democracia representativa,
constituyen actualmente desafíos comunes para
las democracias contemporáneas.
En particular, América Latina ha tenido una
historia cruzada porrecurrentes quiebres de
regímenes democráticos, y en algunas zonas, la
prevalencia de facto de regímenes autoritarios o
semiautoritarios. De ahí que la discusión pública
sobre la democracia se haya centrado por décadas
en su estabilidad y en los procesos de transición e
instalación de regímenes democráticos. Sin embargo, ya a comienzos del siglo XXI, esta preocupación casi exclusiva va quedandoatrás. En las
últimas décadas, sólo Haití ha experimentado
un quiebre democrático formal (2004), mientras
otros países han enfrentado crisis institucionales
que han implicado el fin anticipado de gobiernos
pero no quiebres que signifiquen el retroceso a
estados no democráticos. En el presente, los debates y preocupaciones en torno a la democracia
en América Latina están centrados en la formay el fondo del sistema democrático. Esto es, en
amenazas al equilibrio de poderes en sistemas
crecientemente presidencialistas, en la calidad
y expansión de mecanismos institucionales, así
como en la eficacia de regímenes democráticos
para enfrentar las preocupaciones y demandas
ciudadanas en una región que continúa marcada
por la desigualdad.
El debate sobre la democracia en Chile noescapa
a estas tendencias globales. Mientras hace un
cuarto de siglo toda la atención dentro y fuera del
país estaba enfocada en transitar exitosamente
desde un régimen dictatorial a un sistema democrático, hoy se busca entender cuán extendidos
están los principios y mecanismos democráticos
en el funcionamiento de la sociedad, cuáles son
las expectativas y demandas ciudadanas hacia
lademocracia y cómo se responde ante dichos
intereses y demandas.
En las últimas dos décadas, el país ha evidenciado
una mejoría sostenida en el Índice de Desarrollo
Humano, que evalúa las condiciones básicas de
vida de las personas en los ámbitos de salud, educación e ingresos. Los incrementos en empleo,
ingreso y gasto social hicieron posible la disminución de la pobreza de manera notable y lamejora
en las condiciones de vida de la población. Desde
el retorno a la democracia en 1990, el país ha
mostrado buenos resultados macroeconómicos,
la duplicación del ingreso per cápita, bajas tasas
de desempleo y niveles relativamente elevados de
inversión y emprendimiento.
En este contexto, la adhesión normativa al ideal
democrático como la mejor forma de gobierno
Auditoría a la Democracia29
9030 auditoria a la democracia en chile.indb 29
29-04-14 15:01
posible se encuentra cada vez más extendida en
la sociedad chilena. Hoy son cada día menos los
chilenos que justifican la interrupción de la democracia o manifiestan apoyo a regímenes autoritarios. No obstante, se observa que la satisfacción
con el funcionamiento efectivo de la democracia
y, sobre todo, con los actores...
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