Crisis Del Cine Nacional
Descapitalización de cine nacional, la política económica
del “viejo” cine mexicano
I
La extensión de la segunda guerra mundial, al iniciarse la década de los cuarenta, trajo aparejada una serie de acontecimientos al interior y exterior del país que resultarían favorables a nuestra cinematografía y permitirían su asentamiento como industria.
La creación en 1942, conparticipación mayoritaria privada, del Banco Cinematográfico como aval financiero; la adquisición de tecnología, materiales y asesoramiento gustosamente surtidos por Hollywood;1 el reclutamiento de trabajadores manuales e intelectuales, acordes a las nuevas necesidades; y principalmente el retiro de las compañías norteamericanas de cine, detentadoras del control de las pantallas del continente2 (que“cedían” así al cine mexicano un importante mercado), se conjugaron para impulsar el salto cualitativo de una incipiente actividad cinematográfica, a la necesidad de una industria más orgánica, más capitalista.
Las nuevas condiciones arrojaron pronto resultados que parecían anunciar el crecimiento y consolidación de la naciente industria. La producción de películas aumentó. En 1943 se realizaron 67 y en1944 y 1945, un total de 74 y 83, con lo que superaban en forma considerable las 57 producciones del hasta entonces récord de 1938.3 Las ganancias provenientes del mercado latinoamericano empezaron a fluir, y directores, actores y técnicos debutaron con éxito asegurado.
Todo estaba listo: buena producción, mercado seguro y ganancias nunca vistas. Se auguraba un buen futuro que embriagaba no sóloal cine sino a la mayoría de las industrias del país.
Pero no todo fue felicidad y auge. En la bonanza estaban presentes dos elementos que se conjugarían para hacer desembocar al rápido ascenso del cine nacional en un grave estado de crisis. Por un lado, la enorme dependencia del capitalismo mexicano respecto a la metrópoli yanqui, que en el cine se ha manifestado siempre en forma directa; y porla otra, la rápida creación de una élite de empresarios “con mentalidad de pequeñoburgueses”, dedicados a la especulación y la rápida ganancia en detrimento de un “sano” crecimiento industrial capitalista.
Sobre las manifestaciones de la dependencia en nuestra cinematografía —y seguramente nos quedamos cortos— se podría anotar lo siguiente: el sistema de producción y asesoramiento estabadeterminado por la tecnología proveniente de Hollywood. En este sentido, no hay que olvidar que con técnicos, directores y actores formados en la “Meca” del cine se inició la etapa sonora del cine nacional.4 Que la concepción mercantilista con que se producía, así como los esquemas formales en los que se desarrollaban nuestros artistas y técnicos en lo referente a la realización del filme, tenían comoúnico parámetro la copia del cine de “Gran Éxito” a lo norteamericano.
Y como constatación claramente “visible”, la creación durante la “buena época”, del dependiente star system azteca; el cual además de aportar buenos dineros a los productores sirvió de gran disfraz a la ausencia de calidad.
De la actuación de los empresarios destaca sobre todo el voraz enriquecimiento aun en tiempos críticos,merced a la especulación; apetito que terminaría por descapitalizar la industria y la “calidad” de sus películas. Estos serían suficientes indicadores para detectar las nulas posibilidades, la nula capacidad de estos burgueses para echarse a cuestas la difícil tarea de dirigir y consolidar un importante negocio como es el de hacer cine. Pero expliquemos:
El proceso de centralización de capitalauspiciado por la política del Banco Cinematográfico, que benefició sólo a las compañías más fuertes, había concentrado el control de la industria en manos de una pequeña mafia de productores. Éstos, impidiendo la inversión de nuevos capitales y eliminando del juego a los productores más débiles, se afianzaron como dueños y señores del fructífero negocio. El apoyo oficial, los bajos impuestos, las...
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