Crisis griega
Nota al principio
El presente caso está diseñado para su uso académico como un caso de análisis del
entorno, destacando aquellos aspectos relevantes para el mismo y mostrando para ello
ciertos datos públicos. En ningún modo este caso pretende ser una crítica o valoración
del país o de su gestión.
La parálisis
El viernes 15 de julio, los jefes de Estado y deGobierno de la UE debían asistir a una
reunión de urgencia para debatir las respuestas a la crisis de la eurozona. Tal era el
deseo del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que desde su
nombramiento intenta imponerse como el animador de este prestigioso areópago. Pero
los dirigentes europeos, con Angela Merkel a la cabeza, han declinado la invitación, con
lo que demuestran suincapacidad para reaccionar ante lo que cada vez más parece un
acontecimiento potencialmente mortal para la Unión Europea tal y como la conocemos.
El panorama es de sobra conocido: Grecia se acerca a la quiebra a pesar de las medidas
de austeridad y del dinero de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional;
las deudas portuguesa e irlandesa ya cuentan con la calificación de"basura" por parte
de las principales agencias de calificación, e Italia se ve obligada a adoptar un plan de
ahorro de 40.000 millones, casi con un cuchillo al cuello.
Ante esta situación, los Diecisiete de la Eurozona, el Banco Central Europeo y la
Comisión discuten sobre la mejor estrategia que debe adoptarse. "Al carecer de una
dirección política, discuten sobre las condiciones de laparticipación del sector bancario
en el nuevo plan de ayuda a Grecia. Pero, los señores ministros, “se están ocupando de
curar un catarro, cuando lo que amenaza es un cáncer", se lamentaba Le Monde al día
siguiente de la última reunión infructuosa de los ministros de Finanzas.
Sin embargo, nuestros dirigentes se enfrentan a circunstancias atenuantes que al
mismo tiempo constituyen otros motivospor los que preocuparse más. La primera,
como explica Die Zeit, es que deben elegir, por un lado, entre la presión política interior
para dejar de financiar los planes de rescate claramente ineficaces y cuyo peso recae en
las poblaciones sin molestar a los bancos y, por otra, entre un sector financiero que
impone su ritmo y debilita a los Estados, pero que mantiene un argumento de peso:su
dinero es indispensable para financiar los préstamos estatales.
La segunda circunstancia procede de otro lado del Atlántico. El 14 de julio, la agencia
Standard & Poor's amenazó con rebajar la nota de Estados Unidos. En Washington,
Barack Obama hasta ahora no ha logrado convencer a los republicanos para que le
ayuden a establecer un presupuesto. Por lo tanto, la crisis financiera quesacude a
Europa amenaza con debilitar también a Estados Unidos, lo que agravaría aún más la
situación en nuestro continente. Parece que los responsables estadounidenses, al igual
que los europeos, no están a la altura de la tarea.
Sin embargo, los dirigentes europeos, indecisos, incompetentes o sencillamente
paralizados por lo que está en juego y la sensación de no dominar más el destinode sus
países, deben dar muestras de determinación. Pero a ver quién es el listo que puede
decir cuál es la dirección que hay que seguir.
Algunos datos sobre Grecia
Grecia tiene una población de 11,341 millones de
habitantes, y ocupa la posición número 27 del
mundo por PIB. El poder legislativo es
unicameral, formado por un parlamento de 300
miembros que es renovado cada cuatroaños por
sufragio universal. A este puede presentarse
cualquier partido político griego. Para ello se
rige por la constitución aprobada en 1975 y con reformas en 1986, 2001 y 2008.
Historia de una crisis anunciada
La decadencia económica de Grecia comenzó tras la primera crisis de liquidez en 2007.
Esa crisis dejaría estrangulada una economía griega que además, había estado...
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