Crisis y reformas

Crisis y reformas
Juan Ignacio Palacio Morena
Universidad de Castilla-La Mancha

“Hace dos milenios y medio,..., el sabio chino Yuang Tsi hablaba ya de los peligros que para el hombre constituye el uso de las máquinas, y no me parece inoportuno citar un pasaje de sus escritos, de importancia para nuestro tema:

"Cuando Tsi Gung andaba por la región al norte del río Han,encontró a un viejo atareado en su huerto. Había excavado unos hoyos para recoger el agua del riego. Iba a la fuente y volvía cargado con un cubo de agua, que vertía en el hoyo. Así, cansándose mucho, sacaba escaso provecho de su labor.
Tsi Gung habló: Hay un artefacto con el que se pueden regar cien hoyos en un día. Con poca fatiga se hace mucho. ¿Por qué no lo empleas? Levantose el hortelano,le vio y dijo: ¿Cómo es ese artefacto?
Tsi Gung habló: Se hace con un palo una palanca, con un contrapeso a un extremo. Con ella se puede sacar agua del pozo con toda facilidad. Se llama cigoñal.
El viejo, mientras su rostro se llenaba de cólera, dijo con una risotada: He oído decir a mi maestro que cuando uno usa una máquina, hace todo su trabajo maquinalmente, y al fin su corazón seconvierte en máquina. Y quien tiene en el pecho una máquina por corazón, pierde la pureza de su simplicidad. Quien ha perdido la pureza de su simplicidad está aquejado de incertidumbre en el mando de sus actos. La incertidumbre en el mando de los actos no es compatible con la verdadera cordura. No es que yo no conozca las cosas de que tú hablas, pero me daría vergüenza usarlas"
(W.Heisenberg, La imagen de la naturaleza en la física actual, Ed. Orbis, Barcelona, 1988, p. 19)

Europa ha configurado una civilización (“civilización occidental”) que tiene como base la acumulación de capital. Tratar de acabar con el sistema desde el poder político es inviable porque sería necesario crear previamente, en el ámbito de la sociedad civil, espacios distintos de reproducción social, queentonces sí los Gobiernos podrían y deberían amparar. Que haya esa regeneración social es en cualquier caso muy difícil en el mundo occidental. Como ha ocurrido en otras épocas, llega un momento en que una determinada civilización entra en un proceso de decadencia hasta que desaparece como tal y es sustituida por otra. No es posible saber la duración del proceso, pero llega un momento en que seconsidera que ya no hay vuelta atrás. Es lo mismo que ocurre con el cuerpo humano. Puede enfermar en varias ocasiones y conseguir remontarlo porque todavía tiene capacidad de reacción, pero todos sabemos que hay un punto en que el cuerpo ya no es capaz de regenerarse y en un lapso de tiempo más o menos largo fallece. Es cuando los médicos deciden sedar al enfermo o desconectarlo de un sistemaartificial de supervivencia.

En una situación así es lógico que los partidos conservadores tiendan a ganar terreno. Domina el miedo a lo desconocido y a perder lo que se tiene, mayor aún en países con un alto nivel de vida medio. Eso es precisamente lo que define en esencia a una actitud conservadora. Además, las corrientes conservadores identifican, por lo general, “sociedad civil” con “mercado”. Poreso no se plantean que la libertad es insostenible sin una sociedad civil fuerte y madura donde se mantengan vivos ciertos valores y costumbres que trascienden al intercambio mercantil. Tampoco se cuestionan el funcionamiento de los mercados. Ignoran deliberadamente que la falta de competencia no es fruto, por lo general, de la intervención de los Gobiernos o de fallos en los ajustes de precios,sino de una compleja red de empresas e instituciones nacionales e internacionales que, incluso más allá de sus deseos e intenciones, reproducen el modelo de creciente acumulación de capital. Ese modelo limita la verdadera competencia, frenando o impidiendo la iniciativa e innovación de numerosos emprendedores.

La acumulación de capital es imparable. Ya decía Marx: “Acumulad, acumulad, he ahí...