CRISIS
























LA INSURGENCIA CULTURAL

LOS RITMOS DE LA IDENTIDAD
Todas estas manifestaciones de lealtad de nuestros compatriotas a un modo de ser y vivir ¿no constituyen, acaso, exteriorizaciones de un sentimiento de pertenencia a un terruño, a una comunidad, a una patria? ¿No son, acaso, formas de expresarse de una misma conciencia, la conciencia de serparte de un “nosotros;” símbolos por los cuales el individuo sabe que se integra a un ritmo, el de su identidad, se reconoce y participa junto a otros en ese auto acontecimiento?
Somos el producto de nuestra cultura; nacemos dentro de ella, vivimos y respiramos cada momento y a ella tornamos como una necesidad de vernos y entendernos, sobre todo cuando estamos lejos, en medio de una sociedadextraña. La identidad cultural es ser-así-como-somos que nos retrata, explica y justifica. Rosa Montero ha escrito:”… a menudo los recuerdos propios nos parecen ajenos. Ignoro de que substancia extraordinaria está confeccionada la identidad, pero es un tejido discontinuo que zurcimos a fuerza de voluntad y de memoria”.
La misma palabra “patria” referida a su, país el Ecuador, cobra para el inmigranteun sentido próximo, cargado de onda emotividad, mucho más de lo que ella solía evocarle cuando vivía en su propia tierra. Es necesario decirlo pero este término: “patria” casi ha sido desterrado del discurso de los políticos y pedagogos de este país; pues lo han sustituido por “pueblo”, concepto romántico que conlleva un sentido combativo y que permite todas las demagogias. Es significativo deque las palabras “patria” y “patriotismo” persistan tan solo en el léxico y en las rengas de los militares. Nos hemos alejado de un sentido primigenio que siempre tuvo el concepto de “patria,” pues esta no significa otra cosa que la “tierra de los padres”; la amada tierra donde yacen los ancestros; donde están enterradas las raíces de una familia, de una estirpe, de una nación, el lugar de todos,la casa grande.
Triste es comprobarlo, pero este sentido de solidaridad y compromiso con esa “casa grande” que significa el ecuador para los ecuatorianos ha ido perdiendo vigencia en las nuevas generaciones, incluida la que nos gobierna. Cada día somos testigos del desastre moral que agobia al país; una situación que nos torna pesimistas frente al futuro.
En ello mucho tienen que ver los gruposdominantes, los partidos políticos, los líderes de esta sociedad. Causa y, a la vez, vicioso resultado de un juego de intereses es la mentalidad dominante forjada y difundida por aparatos ideológicos tales como los medios de comunicación social y la institución escolar. No pueden ellos, en este aspecto, hacer lo de Pilatos, lavarse hipócritamente las manos.

HABLAR DE NOSOTROS “NO ES RENTABLE”¿Qué podemos decir de la televisión ecuatoriana y de la instrucción pública, dos instituciones, privada la una, estatal la otra, que influyen poderosamente en la mentalidad de nuestra niñez y juventud? ¿Las nuevas generaciones de ecuatorianos no han sido gestadas bajo el círculo de sus influencias? No hace mucho, un conocido presentador de noticias de un canal nacional de TV confesaba públicamenteque el jamás veía los programas que exhibía su cadena, ni tampoco los de la competencia. Con tal negativa ¿Acaso dejaba entrever que él, mejor que todos, sabía que nada bueno se mostraba en la pantalla chica? Estas palabras suenan semejantes a otras de un amigo cuando un día, le pregunte por que el nunca almorzaba en su hogar. Su respuesta fue contundente: “mira -me dijo-, conociendo lacocinera que tengo en casa, me eximo de comeré en ella por temor a intoxicarme”.
Todos estamos conscientes –y los poderosos empresarios de los medios son, en esto, los primeros – que la televisión nacional es huérfana de principios éticos; pobre de mensajes positivos y culturales (sencillamente porque estos son un golpe a la buena salud del negocio); amarillista al mostrar, de manera obsesiva, la...