Cristian
Don Bernardo Salcedo y su mujer Doña Catalina Bustamante, decidieron visitar al mejor médico de la comarca, el Doctor Almenara.La única recomendación que les dio fue seguir intentándolo, algo que pareció funcionar, puesto que tras ocho años ella quedó embarazada. Aunque el médico dijo que el niño era demasiado pequeño.La señora Salcedo fue atendida por el médico y la comadrona, en lasilla de partos que el señor Maluenda les había regalado.Trás muchas horas de parto, el niño salió. El esfuerzo hizo que la madre enfermara y obligó al señor Salcedo a buscar una nodriza. Se presentó una chica de 15 años llamada Minervina y fue contratada, la cuál se llevó bastante bien con toda la servidumbre de la casa. Pasaba el tiempo y Doña Catalina seguía empeorando. Decidieron ir a comprarun remedio, pero para cuando volvieron ya era demasiado tarde, Doña Catalina de Bustamante había fallecido. Después de la capilla ardiente, Bernardo Salcedo quiso enterrarla con mucho honor, y así lo hizo. Minervina y el pequeño Cipriano vivían en el último piso de la casa del señor Salcedo, el cuál subía allí sin avisar y miraba al niño con una mirada que guardaba tanto odio que el niño llorabacada vez que lo sentía subir las escaleras de la casa. Don bernardo había cambiado mucho desde la muerte de su esposa. No comía nada, no salía de su despacho y ni siquiera trabajaba.Incluso cuando recibía la visita de su hermano Ignacio y su mujer no les hacia ni caso, se quedaba como hipnotizado. Don Bernardo estaba triste por la muerte de su esposa pero lo que realmente le hacía actuar así es quele gustaba la atención que recibía cuando estaba deprimido, pero se dio cuenta de que eso no llenaba su vida y decidió ir a Burgos. Llegó a Burgos tras tres días de viaje durísimos y cuando llegó su amigo Néstor se quedó perplejo al saber de la muerte de su mujer. Don Néstor le hizo ver que no debía negar el paso de otra mujer a su corazón, a lo que el señor Salcedo contesto que se lo pensaría.Cuando regresó a Valladolid, decidió visitar a su hijo que nada más verle se puso a llorar, en ese momento apareció, Minervina y el señor Salcedo se enamoró de ella, aunque él no sabía .Se pasaba los días pensando en cuando subir al ático para verla. El señor empezó su acercamiento hacia Minervina pero ella rechazaba todas sus proposiciones. Don Bernardo cada vez necesitaba más a una mujer, así quepidió consejo a su hermano Ignacio, quién le recomendó a fray Hernando. Después del ridículo que hizo al intentar acostarse con la nodriza, el señor Salcedo decidió buscar una chica que estuviera dispuesta a ser su amante por un módico precio, o por vivir en su casa. Entonces decidió preguntar al señor Manrique, quien le indicó el nombre de una chica. El señor Salcedo la puso un piso en una callecéntrica de Valladolid, para que pudiera ir a verla con discreción, pero tras mucho tiempo, Don Bernardo se dio cuenta de que sólo era una prostituta, puesto que la pillo con un amigo suyo en la cama. Les echó a los dos, y dejo de ir detrás de las mujeres.El padre sabía que al niño lo despreciaba y que no quería verle.Minervina le daba clases de cateqi¡uésis al niño y se dio cuenta de que esteaprendía muy rápido a pesar de su edad, pero las enseñanzas de Minervina no eran suficientes para una buena educación. El padre decidió contratar a un profesor particular, don Álvaro Cabeza de Vaca, que enseñaría mucho a Cipriano.Después de un tiempo el profesor le confesó a don Bernardo que el niño era muy inteligente pero que no quería aprender. Y es que el estar tan cerca de su padre a Ciprianole daba miedo y no podía concentrarse. Su padre estaba convencido de que era culpa de Minervina, así que decidió meter al niño en el Hospital de niños Expósitos para que le enseñaran disciplina.Ya dentro del colegio, Cipriano conoció a muchos niños de su edad.Llegó al Hospital ,la noticia de que había una Conferencia de clérigos en la ciudad, respecto al tema de Erasmo de Rótterdam. Fue entonces...
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