Cristiandad y el inslan
Desde el siglo VIII, y hasta la toma final de Granada en 1492, España vivió largos siglosde guerra salpicada de paz y de paz salpicada de guerra entre la cristiandad y el islam. La invasión árabe de 711 pronto cubrió casi toda la península, desplazando a los visigodos que prolongaban laherencia hispanorromana. Aunque no toda España quedó islamizada, las aportaciones culturales árabes imprimieron sobre nuestras tierras una huella que hoy sobrevive en forma de monumentos de singularbelleza. Y paralelamente, en progresivo descenso desde el norte, se iba construyendo un medievo cristiano cuyos vestigios conviven hoy con los del islam en la lista de lugares Patrimonio Mundial.
Elprimer vestigio árabe, desde el punto de vista cronológico, es el centro histórico de la ciudad andaluza deCórdoba. El esplendor cordobés comenzó en el siglo VIII: la ciudad, con 300 mezquitas einnumerables palacios y edificios públicos, rivalizaba en opulencia con Constantinopla, Damasco y Bagdad. En torno a la Gran Mezquita creció una civilización que convirtió al califato de Córdoba en faro delarte occidental musulmán durante la Edad Media. Y en esta Córdoba escribirán dos grandes pensadores aristotélicos: el médico musulmán Averroes y el pensador judío Maimónides.
Paralelamente, en elpequeño reino de Asturias, en el norte cantábrico del país, los herederos del viejo reino visigodo reconstruían la supervivencia del cristianismo frente al sur islamizado. A su calor, y en torno a laciudad de Oviedo, nació un estilo arquitectónico singular, distinto del arte paleocristiano y del estilo carolingio: el prerrománico asturiano, que influiría decisivamente en la arquitectura medieval dela España cristiana.
La resistencia asturiana logró que el norte de España quedara al margen del dominio musulmán. Y a lo largo de ese norte peninsular nació, como una columna vertebral, un camino...
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